El Vaticano donó 100.000 euros a la Fundación Auschwitz-Birkenau, que se ocupa de la gestión y el mantenimiento del Museo del mayor campo de exterminio nazi, situado en Oswiecim, al sur de Polonia y a unos 43 kilómetros al oeste de Cracovia, según anunció la dirección del museo.
Para el director del centro, Piotr M.A. Cywinskiil, el apoyo de la Santa Sede es “una señal importante”, porque reconoce “el papel fundamental de la memoria para el hombre contemporáneo” que supone este museo.
El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, explicó en una carta que acompañaba la donación que la suma no es grande, porque sus posibilidades son limitadas, pero con ella quieren expresar su “absoluto apoyo” al proyecto realizado por la Fundación”.
El Vaticano es el 31 estado que participa en el fondo, cuyo objetivo es recolectar al menos 120 millones de euros, lo que permitiría invertir cada año entre seis y siete millones de euros en el mantenimiento y la gestión del campo, que ocupa 200 hectáreas e incluye 155 edificios intactos y 300 en ruinas.
Exterminio
Hasta el momento, se han recaudado 67 millones, de los que 60 fueron aportados por el Gobierno alemán. Auschwitz-Birkenau, símbolo del Holocausto, fue el mayor centro de exterminio del nazismo, donde se calcula que fueron enviadas cerca de un 1,3 millones de personas, de las que 1,1 millones murieron, la gran mayoría de ellas judías (el 90%, aproximadamente un millón), además de eslavos y prisioneros de guerra.
Juan Pablo II visitó Auschwitz-Birkenau en 1979 y Benedicto XVI lo hizo en 2006; en ambos casos poco más de un año después de haber sido elegidos pontífices.