El visionado de una película, una charla coloquio y la degustación de platos elaborados por los participantes. Estos son tres de los elementos comunes en muchas de las actividades asociativas y fueron también la forma de compartir experiencias e impresiones por los miembros de la recién creada Seoveggies, la primera asociación vegana y vegetariana de la provincia.
La actividad oficial de esta asociación, que ya cuenta con página en Facebook, comenzó ayer con este acto celebrado en el Palacio de Quintanar, con motivo de la celebración del Día Mundial del Veganismo, una efeméride que viene celebrándose desde 1994 para conmemorar el aniversario de la Sociedad Vegana Inglesa.
Y es que el veganismo no es algo tan reciente como muchos podrían pensar “ni consiste sólo en comer lechuga”, explicaba Rafael Boró, uno de los promotores de la agrupación.
Los organizadores resultaron sorprendidos por la respuesta recibida y consiguieron reunir a decenas de segovianos interesados en esta forma de vida. “Somos un grupo de gente vegetariana y vegana que estábamos por nuestra cuenta y hemos decidido promover esta asociación al darnos cuenta de que el interés en la provincia es amplio. Se trata también de intercambiar experiencias, recetas y desarrollar otras actividades didácticas”.
Este madrileño afincado en Segovia, ciudad a la que llegó “buscando tranquilidad”, señaló que “también pretendemos desarrollar una labor divulgativa sobre el veganismo y desmontar falsos mitos sobre nuestra filosofía”. En palabras de Boró, “no es más que un planteamiento de vida basado en no hacer daño a los animales”.
Es por esto, que la parte más visible de los veganos sea la alimentación, “hay a personas que les parece imposible una dieta sin carne, pescado u otros productos derivados de los animales”, comentó Boró. Sin embargo, en opinión de los veganos, esto no es algo tan histriónico ni tan raro, “recuperamos recetas basadas en vegetales y otros productos que también hacían nuestras abuelas”, comentaron desde la Asociación.
En este sentido, el veganismo también se extiende a su día a día, desde las actividades lúdicas hasta el vestido o el calzado. En una primera aproximación parece sencillo realizar actividades sin que supongan la utilización o sufrimiento animal, pero es mucho más complicado conseguir vestido o calzado que no esté hecho a base de fibras o material procedente de los animales.
Lejos de quejarse, como haría una persona que no encuentra unos zapatos o un abrigo a su gusto, los veganos intentan compartir su filosofía con el resto de la sociedad y que lejos de “considerarnos raros respeten otra forma de vida”.
