Caballar ha cumplido un año más con la tradición y ha trasladado en procesión las reliquias de los santos mártires San Valentín y Santa Engracia hasta la Fuente Santa, donde, según cuenta la tradición, aparecieron hace siglos las cabezas de los hermanos de San Frutos.
Los dos cráneos, introducidos en una urna de plata del siglo XVII, fueron llevados en andas, al son de la música de dulzaina y tamboril desde la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción hasta el paraje donde se construyó la ermita de la Fuente Santa.
Unas 200 personas realizaron el recorrido de la procesión. Naturales y descendientes del municipio segoviano no quisieron perderse una cita que tiene lugar anualmente. Ya junto a la ermita tuvo lugar una misa de campaña oficiada por Ildefonso Asenjo a la que asistió también la alcaldesa de Caballar Susana Gómez.
La leyenda dice que, muerto San Frutos, sus hermanos abandonaron el Duratón para ir a vivir a Caballar, donde fueron decapitados por las tropas invasoras, arrojando las cabezas a una fuente, que desde entonces recibió el nombre de Fuente Santa.
Las dos calaveras han sido las protagonistas durante siglos de las famosas “Mojadas de Caballar”. Cuando ha apretado con fuerza la sequía las reliquias han sido trasladas en procesión, lejos en el tiempo de esta tradicional romería, hasta ese mismo lugar para ser sumergidas en la fuente y lograr la ayuda divina en que aparezcan las lluvias. La última mojada data de principios de los años noventa.
Concluida la eucaristía, los devotos devolvieron la urna hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. A la entrada del templo y justo antes de dejar los cráneos en su emplazamiento habitual, se procedió, como es tradicional, a la subasta de los palos (bandos) entre los devotos presentes.