El Gobierno paquistaní y la oposición se responsabilizaron mutuamente de haber implicado al jefe del Ejército en las conversaciones para resolver la crisis política que atraviesa el país a raíz de las protestas encabezadas por Imran Jan y el religioso Tahir ul Qadri, que mantienen a miles de seguidores acampados en el centro de Islamabad.
En una comparecencia ante el Parlamento, el primer ministro, Nawaz Sharif, señaló que fueron Qadri y Jan los que pidieron reunirse con el jefe del Ejército, el general Raheel Sharif, y que él dio permiso al militar para que hable con los líderes opositores y actúe de mediador.
Previamente, el ministro del Interior, Nisar Ali Jan, justificó la implicación del comandante del Ejército como la única opción para desbloquear la situación, ante la negativa de los dos líderes opositores, que reclaman la dimisión de Sharif, de deponer sus protestas.
“Estos dos grupos no confían en el sistema judicial; no confían en los partidos opositores en esta Asamblea; no confían en abogados, tribunales, si no confían en nadie (salvo el Ejército), ¿qué otra opción tiene el Gobierno?”, se preguntó el ministro ante los parlamentarios, informa el diario ‘Dawn’.
“Seamos claros, este paso se ha dado a petición de los manifestantes, el Gobierno ha permitido esta mediación, pero se debería hacer una interpretación más allá de ello”, defendió Nisar Ali Jan.
Mienten al paÍs
Esta versión oficial contrasta con la ofrecida por Qadri, líder de Pakistan Awami Tehreek (PAT). El religioso no dudó en acusar al Gobierno de “mentir a todo el país” tras las declaraciones de Sharif y el ministro de Interior.
“Han engañado a la nación, han mentido en el estrado de la Asamblea Nacional”, lamentó, refiriéndose al “así llamado primer ministro que ha llegado al poder con un mandato falso”. “El Gobierno y el primer ministro dicen que ellos no pidieron al Ejército que actúe como mediador en esta crisis, eso es una mentira”, insistió, “fueron ellos los que lo pidieron”.