El Ayuntamiento de Segovia pretende sellar un acuerdo con la Junta de Castilla y León que permita zanjar de forma definitiva todas las deficiencias que presenta la terminal, especialmente los daños de la estructura sobre la que se asienta la campa y que suponen «un problema de seguridad» de cara al futuro. En otras palabras, el Gobierno municipal aspira a recabar el apoyo de la administración regional para afrontar una reforma completa, aunque sea por fases, en un calendario que comprenda varias anualidades, y no solo para acometer las obras justas que permitan a la terminal obtener la categoría de estación de autobuses y dejar de ser un apeadero o aparcamiento de autocares.
Con este propósito acudirá hoy a Valladolid la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, que se entrevistará con el consejero de Fomento, Antonio Silván, para abordar el conflicto de la estación de autobuses y la cesión al Ayuntamiento de la avenida de la Constitución. Este encuentro se producirá después del cara a cara que mantendrá con el consejero de Educación, Juan José Mateos, para analizar, entre otros asuntos, la construcción del futuro instituto de San Lorenzo.
Luquero, ayer, a preguntas de los periodistas, tras participar en la presentación de la próxima edición del Festival de Segovia, manifestó su confianza en poder concretar con Silván el compromiso de apoyo económico para las obras de la estación que le trasladó el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en la reunión que éste mantuvo con la alcaldesa el pasado 7 de mayo. A este respecto, la alcaldesa avanzó que entregará al responsable de Fomento un anteproyecto de las obras que, a juicio de los técnicos municipales, son precisas en la terminal de autobuses; no solo para obtener la categoría de estación sino para zanjar todas sus deficiencias. Luquero no acertó a precisar el montante económico de valoración de las obras, a la espera de conocerlo, horas después, por boca del concejal de Urbanismo, Alfonso Reguera. A preguntas de este diario, el Gabinete de Alcaldía rehusó desvelar ningún detalle del anteproyecto, en el argumento de que su revelación podría enturbiar la entrevista prevista para hoy. Fuentes municipales y de la Junta consultadas por este diario coinciden en que la inversión para una reforma completa de la estación superaría, fácilmente, el millón de euros.
Luquero llevará el anteproyecto «para ver en qué medida se materializa el compromiso de aportación económica» y, en todo caso, acordar un calendario de ejecución de las obras.
La alcaldesa no ocultó que su aspiración pasa por una reforma que incluya el arreglo de la campa, una obra que no sería requisito imprescindible para que la terminal obtenga la categoría de estación. No obstante, Luquero aludió al informe, que desveló EL ADELANTADO, que redactó en 2010 un perito independiente, por encargo de la Junta, y en el que se advertía de los daños estructurales que afectaban a la zona de la campa y que podrían derivar en el futuro en problemas de estabilidad. «Lo mejor es que lo acometamos todo ya, porque encima hay un informe de la Junta que dice que hay un deterioro, y posibilidades de un deterioro progresivo de la estructura que soporta la campa», dijo Luquero, para quien «solucionar los problemas de seguridad debe ser prioritario a la obtención de un título». Al igual que ya indicó aquel experto y han confirmado técnicos del Ayuntamiento y la Junta, no existe riesgo inminente, aunque «sí un deterioro que puede agravarse en el futuro». Luquero también aludió a «razones de funcionalidad». «Si ya cerramos la estación para hacer las obras, lo mejor sería hacerlo todo a la vez y en el plazo más breve posible», dijo la alcalde, quien recalcó que ya le comentó a Herrera que «si hay un informe de la Junta que alude a un problema de seguridad, solucionar este aspecto debe ser prioritario».
La alcaldesa prefiere quitar el adoquín
Otro de los asuntos que hoy la alcaldesa tratará con Silván se refiere a la cesión al Ayuntamiento de la avenida de la Constitución, con la correspondiente partida económica para el arreglo de esta travesía. También llevará la alcaldesa un anteproyecto con las obras que serían precisas, a juicio de sus técnicos, en la avenida, cuyo deterioro avanza a pasos agigantados. Luquero confesó ayer que el proyecto de ‘boulevar’ al que aspiraba el Ayuntamiento deberá aparcarse por razones presupuestarias. Con independencia de la completa reforma de las redes de agua, las opciones pasan por mantener el adoquinado o renunciar a este pavimento y cubrirlo con asfalto.La avenida de la Constitución tiene una longitud de 900 metros, entre la Plaza Alto de los Leones y la Carretera de Valdevilla. Es la única de las grandes arterias de la ciudad que mantiene un firme de adoquín. La constante circulación de vehículos, incluído el tráfico pesado, ha provocado numerosos hundimientos en la calzada; unos baches especialmente llamativos en la zona más próxima al antiguo Regimiento. Para Luquero “asfaltar sería lo más razonable”. “Se nos pide sensibilidad [estética] pero esta zona está ya fuera del casco antiguo”, razonó Luquero, quien indicó además de que el mantenimiento del pavimento de adoquín es más costoso y que el asfaltado de la vía ha sido reivindicado por taxistas y las empresas de autobuses.