Apenas quedan dos días y el abogado de la Infanta Cristina Jesús María Silva aseguró ayer que la hija menor del Rey tiene ganas de declarar el sábado en los juzgados de Palma como imputada por el caso Nóos para «liberarse un poco de este trámite», un estado de ánimo con el que coincidió el otro letrado que se encarga de su defensa, Miquel Roca.
«Se encuentra bien, gracias a Dios. Está serena», añadió uno de los encargados de la defensa de la esposa de Iñaki Urdangarín a las puertas de su despacho de Barcelona ante las constantes preguntas de los periodistas, pero no quiso contestar sobre cuestiones estratégicas de la defensa, como por ejemplo si durante el interrogatorio responderá a todas las partes o se limitará a sus abogados.
Silva insistió en que estos días se están reuniendo con frecuencia con la Infanta para preparar la comparecencia ante el juez José Castro, y afirmó estar convencido de que la declaración servirá para demostrar su inocencia.
Uno de los puntos que más interés, o tal vez intriga, está levantando en los últimos días es si la Infanta Cristina descenderá a pie el paseíllo que lleva hasta la puerta del juzgado o si lo hará en coche. Sobre la posibilidad de bajar la rampa andando o en un turismo, no especificó nada y se limitó a explicar que ese tema no se ha tocado en las reuniones mantenidas hasta el momento, puesto que es una «cuestiones de seguridad que no va a decidir ella».
Silva también especificó que cree que estos días no se reunirán con el abogado de Iñaki Urdangarin, Mario Pascual Vives, de cara a la declaración.
La Infanta se encuentra actualmente en Barcelona preparando su cita con la justicia. Hasta la Ciudad Condal se trasladó el martes desde Ginebra, donde se fue a vivir el pasado agosto, oficialmente por motivos laborales. De hecho, ayer mismo se la vio llegar a la sede de la Fundación La Caixa, institución para la que trabaja desde hace dos décadas.
Horas después, se reunió con sus abogados para preparar la declaración y, según se supo hace unos días, no viajará a Mallorca hasta el mismo sábado.
Por su parte, también a las puertas de su despacho, Roca reiteró que la Infanta cumplirá «con su obligación» de declarar, y aseguró que aún no se había visto con ella, sin querer dar más detalles sobre próximas reuniones. «Me corresponde el silencio. Forma parte de un estilo profesional, no hacemos declaraciones», dijo.
La ‘ley del silencio’
Tampoco se quiso pronunciar ayer sobre este tema el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, quien eludió dar explicaciones sobre cómo transcurrirá la declaración de la Infanta Cristina porque, a su juicio, no deben hacerlo «nada más que aquellos que forman parte del procedimiento», destacó.
En una entrevista en la que fue preguntado sobre este tema, el titular de Justicia se limitó a declarar que «hay que respetar todos los procesos judiciales, por lo tanto no tienen que pronunciarse nada más que aquellos que forman parte del mismo», apuntó, por lo que habrá que esperar al sábado para conocer todos los detalles.
