Una virtud incontestable de Javier Arranz es la de no resultar indiferente para casi nadie. Tiene tantos seguidores como detractores, tantos aciertos como meteduras de pata. Quienes le arropan destacan su espíritu noble y su capacidad de trabajo. Hasta quienes hoy le discuten no niegan su labor al frente de la Concejalía de Deportes, aunque sí le reprochan su falta de mesura, incontinencia verbal y carácter orgulloso, que en ocasiones se convierte en soberbia. Arranz presume de ‘principios’ y de no ser un espíritu domesticado. Otros le han llegado a comparar con el personaje del grupo musical que lidera, «Los Peter Pan», ese ‘niño’ que nunca crece y que aún debe madurar y al que todo se le perdona.
Lo cierto es que Arranz es el l’enfant terrible del PSOE, protagonizando episodios que han supuesto auténticos quebraderos de cabeza, tanto al partido, como al que fuera alcalde, Pedro Arahuetes, y, ahora, a su sucesora. Y en todos los casos se ha tratado de poner ‘paños calientes’.
Arranz tuvo que abandonar la Concejalía de Juventud tras aquella canción con insultos al Rey, que patrocinó su departamento; una polémica que se sumaba a la que se generó por aquel «curso para ligar» para menores que también impulsó la concejalía. Mención aparte la denuncia que Arranz presentó contra un medio de comunicación digital, que finalmente retiró, o la polvareda provocada tras decidir retirar la organización de la San Silvestre al Club de Atletismo Joaquín Blume, que asumía desde hace 33 años.
Sus enfrentamientos también han sido sonados; tanto con los dirigentes del PSOE, como Juan Luis Gordo, o Alfonso Reguera, hasta con concejales de la oposición, como Pablo Pérez o Juan Antonio Folgado.
Arranz, que lidera la corriente crítica del PSOE local, ciertamente minoritaria, logró ser Presidente de esta agrupación; tras empatar a votos con Reguera, que asumió la secretaría general. Pero la ‘bicefalia’ resultó todo un fracaso. Reguera dimitió del cargo apenas siete meses después de acceder al cargo para forzar unos nuevos comicios que expulsaran, democráticamente, a Arranz del órgano de dirección. Fue la incontencia verbal de Arranz en la red social Facebook, con críticas poco disimuladas a los dirigentes de su partido y discusiones, como la que protagonizó con Folgado (PP), impropias de la mesura que obligaba el cargo de presidente del PSOE local, las que empujaron a convocar una nueva asamablea para romper esa ‘bicefalia’. Y Reguera, al que Arranz aún hoy apenas habla, ganó por mayoría. El concejal de Deportes no presentó candidatura a la agrupación socialista local ante, según dicen fuentes del ‘aparato’, más que segura derrota.
El concejal y entonces presidente del PSOE local no se privó de responder a un comentario en Facebook del propio Reguera, prejubilado de Caja Segovia, en el que pedía «menos demagogia con Caja Segovia y más solidaridad con los empleados de la Caja». «Dime con quien andas y te diré quien eres, una cosa es predicar y otra cosa es dar trigo», comentó Arranz. Otra «perla» de Arranz en Facebook fue cuando llegó a pedir «elecciones democráticas reales» dentro del PSOE, señalando que «es el momento de dar el cambio, de apostar por algo diferente, de nuevos liderazgos ciudadanos». Otro episodio, que ya trascendió a los medios, fue la discusión que mantuvo Arranz con el edil del PP Juan Antonio Folgado, que le valió la reprimenda de Reguera.
En la discusión en Facebook, a raíz de una noticia publicada en este diario, Arranz pide a Folgado que devuelva «el dinero que te has llevado de los segovianos tu y tus compañeros de la Caja», le recuerda que se ha prejubilado de la entidad «millonariamente» y que su visión de las cosas «es muy pobre, no así tus cuentas corrientes financiadas por los segovianos». A Folgado le encuadra entre los «poderosos, caciques y fascistas» de la ciudad y le manda recuerdos a su «valedor», el portavoz Jesús Postigo, al que se refiere como «el imputado de Segovia 21». Folgado atribuyó, sus declaraciones en Facebook a un «calentón» y dio por zanjada la polémica con Arranz, al que acusó en la red social de «vivir del cuento», de no tener ética ni credibilidad y de actuar como un «hipócrita y un miserable», le consideró un «bindundi (sic) que no merece la pena» y le recordó que él no fuma pero que le consta que otros afines a él sí lo hacen, «y no precisamente tabaco».
Expediente
En el ‘curriculum’ de Arranz está también el expediente que le abrió la Ejecutiva Provincial del PSOE, que finalmente se archivó, o como dicen algunos dirigentes socialistas «está en la nube». En el expediente que se envió a Ferraz, hace ahora aproximadamente un año, la Ejecutiva Provincial tipificó las siete faltas supuestamente cometidas por Arranz -entre ellas, la falsificación de firma de un militante, el insulto a un compañero de partido y a un dirigente del PSOE, la utilización de un censo de militantes o el incumplimiento de la obligación de pagar una cuota-. Arranz, tan querido como criticado, pero nunca indiferente para nadie.
