La crisis por la que atraviesa Ucrania desde hace medio año no solo está causando mella en la política del país, que se encuentra roto territorialmente, sino que, además, está provocando graves violaciones de los derechos humanos. Así lo denunció ayer la ONU en un informe, en el que alerta de un «alarmante empeoramiento» de la situación, sobre todo en el este del país.
Muchos opositores a Kiev bien organizados y fuertemente armados han estado implicados en crímenes como asesinatos, tortura, secuestros y maltrato, aseguró la comisaria de la Naciones Unidas, Navi Pillay.
También los periodistas han sido blanco de ataques. Decenas de ellos han sido amenazados y raptados temporalmente o retenidos, señala el documento, presentado en la capital ucraniana.
La comisión de 34 miembros que elaboró el reporte se muestra preocupada también por la situación de los tártaros en Crimea, península anexionada por Rusia en marzo. La minoría se queja de represión por parte de las nuevas autoridades.
Tras la incorporación a la Federación, no reconocida internacionalmente, han huido de la región más de 7.200 personas, la mayoría tártaros. El grupo, que en su día fue deportado de su hogar por Stalin, había vuelto a la zona tras el derrumbe de la Unión Soviética en los años 90.
El Kremlin calificó de «no objetivo» el informe de 36 páginas. El portavoz del Ministerio del Exterior, Alexander Lukashevich, censuró que está cargado de tintes políticos y le falta la neutralidad habitual en la ONU.
Sin embargo, el documento también acusa a Kiev por algunas actuaciones y le pide que se atenga a los estándares internacionales.
Por otra parte, los rebeldes secuestraron en el este a tres funcionarios de la Comisión Electoral que organiza las elecciones generales del 25 de mayo para impedir su realización. Los hombres se llevaron, además, todos los documentos y ordenadores de la oficina del distrito. Los capturados fueron llevados al edificio de la seguridad estatal de la ciudad de Lugansk, ocupado por los separatistas desde principios de abril.
Los líderes prorrusos han anunciado que no permitirán en sus zonas la celebración de las elecciones presidenciales previstas para el 25 de mayo en todo el país. De ser así, se verían muy reducidas las esperanzas de que los comicios ayuden a resolver la crisis del país, que enfrenta al Gobierno de Kiev con las regiones de habla rusa.
Entretanto, el Ministerio de Defensa aseguró que sus tropas repelieron tres ataques de los rebeldes a las afueras del bastión separatista de Slaviansk en la tarde del pasado jueves. No hubo víctimas ni heridos, indicó. En Kramatorsk, el Ejército tomó como prisioneros, además, a varios combatientes, según el departamento, que indicó que la «operación antiterrorista» está «en su fase final».
Por su lado, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, subrayó en el marco de la crisis que la Alianza está dispuesta «a defender cada trozo de su territorio».
