El reparto del presupuesto de un Ayuntamiento entre sus concejalías es, sin lugar a duda, uno de los asuntos más espinosos, por los múltiples conflictos que genera, que afronta cada año una corporación. ¿A qué se deben dedicar los escasos recursos económicos disponibles?. He ahí la cuestión.
Navalmanzano se vio en 2013 en esta tesitura.Y la corporación se acabó encontrando ante una disyuntiva. O dedicaba una partida a organizar festejos taurinos en las fiestas patronales o invertía ese dinero en la tercera fase del pabellón polideportivo, anejo al colegio público “Miguel de Cervantes”. “Había que priorizar”, explica el alcalde, Pablo Torrego (PSOE). La decisión, según el regidor, resultó “difícil”, por la gran tradición taurina de Navalmanzano, pero al final “se impuso la lógica” y el Ayuntamiento apostó por avanzar en la ejecución del polideportivo.
En Navalmanzano, la situación no es nueva. Recuerda a otra, acontecida hace más de 80 años, cuando en 1929 el alcalde, Antonio Calvín Redondo, decidió suprimir los toros de las fiestas para emplear ese dinero en la construcción de las escuelas. La polémica originada entonces trascendió el ámbito local, llegando a los periódicos nacionales más prestigiosos de la época, como ‘ABC’, que iniciaron una campaña de apoyo a la actuación de Calvín, con titulares al modo de “Un alcalde que suprime los toros y favorece la enseñanza”.
Ahora, aunque Torrego evita comparar los dos momentos históricos, las similitudes resultan evidentes. “La gran mayoría de los vecinos ha comprendido la decisión, y máxime en una coyuntura como la actual”, indica Torrego. Con la tercera fase del polideportivo ya acabada, el regidor anuncia que, este año, “el Ayuntamiento tiene previsto recuperar la celebración de festejos taurinos”. Eso sí, Torrego advierte que “si la situación lo volviese a exigir, y estuviese en nuestra mano, se volvería a tomar la misma decisión (de 2013)”.
Por lo que respecta al pabellón polideportivo, el Ayuntamiento espera dar este año el “empuje definitivo” a la infraestructura, para cuya conclusión ya solo queda una fase, la cuarta, consistente en la construcción de vallas, escaleras, cuartos de baño y vestuarios. “Estamos ilusionados en poder acabar el polideportivo, una obra muy deseada en Navalmanzano tanto por los escolares como por los adultos que lo utilizan”, concluye Torrego.