Dos expertos alemanes de la Oficina Federal de Investigación de Accidentes Aéreos de Alemania (BFU) ya llegaron a Kiev y están intentado acceder hasta el lugar en el que se encuentra el avión de Malaysia Airlines, siniestrado el pasado jueves con 298 personas a bordo.
Cuatro pasajeros alemanes volaban a bordo del MH17 de las aerolíneas malasias que fue derribado por un misil, disparado por los separatistas ucranianos.
El director del BFU, Ulf Kramer, y otro experto llegaron a la capital el sábado y trabajan junto con otros investigadores internacionales en la zona, según confirmó un portavoz de la BFU.
Los primeros investigadores internacionales llegaron ayer al territorio prorruso del este de Ucrania. Otros ya se encuentraban en Kiev, pero no lograron viajar hasta la región.
Por otro lado, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, aseguró que está dispuesto a ceder a Países Bajos la coordinación de las investigaciones sobre la caída del avión, al tiempo que subrayó que la aeronave fue derribada por “profesionales”.
“Ucrania está dispuesta a ceder el papel coordinador de la investigación sobre la tragedia a nuestros socios occidentales y Países Bajos podría liderar ese proceso”, afirmó Yatseniuk, en una rueda de prensa.
“En este momento, no tenemos ninguna duda de que el avión fue derribado. La causa más probable es un ataque con un misil de un sistema BUK-M1”, explicó, en referencia al sistema de misiles guiados por radar SA-11.
“Está claro que este sistema no puede ser operado por borrachos terroristas prorrusos. Eran profesionales”, afirmó el primer ministro ucraniano, que mantiene que Rusia ha tenido un papel directo en el derribo del vuelo MH17 por haber armado y entrenado a los separatistas prorrusos asentados en el este de Ucrania.