Aunque vive en Madrid, José Luis Llorente se declara totalmente cuellarano de corazón; sus habituales visitas a la villa le traen esta vez a exponer algunas de sus magníficas obras en los anexos de San Francisco.
En la muestra, compuesta por 30 piezas, se pueden encontrar fundamentalmente lugares de su Cuéllar natal. El autor ha escudriñado por los rincones más bellos de la localidad para plasmarlos cuidadosamente a través del óleo en la tabla. También se pueden observar lugares de Santiago de Compostela, Guadalajara, Zamora o Alicante.
Su mayor inspiración es la fotografía, pues utiliza las instantáneas como recurso para pintar después lo captado con la cámara.
Llorente tiene más de una treintena de exposiciones que avalan su trayectoria, que comenzó a raíz de su separación. En la inauguración de su exposición manifestó que un compañero de trabajo, enganchado a la heroína, “pintaba muy bien”, y ambos decidieron ir a una academia a ampliar su formación. Él continuó, le gustó y “es algo que funciona”, confiesa.
Su técnica de óleo sobre tabla es la única que ha utilizado y con la que ha realizado todas sus obras. Las pinceladas finas y los formatos más bien pequeños son la tónica dominante de las piezas. “Al empezar el curso selecciono entre miles de fotos que tengo y comienzo a pintar”, explica Llorente.
El artista confiesa que antes “le daba pena vender los cuadros”, pero es algo que ya ha superado. Asegura que mira muy bien quién le va a comprar la obra; “a veces la compra alguien conocido que apenas te la va a dar valor, y eso no me gusta”, manifiesta el artista.
Ante la pregunta de si tiene alguna obra preferida, Llorente responde que “por supuesto”. Las obras que están situadas frente a la puerta, alguna de Santiago de Compostela, son a las que más cariño tiene, “ ya sea por el trabajo que han supuesto o por el significado”.
Hasta la villa ha trasladado 30 obras, pero confiesa que en casa le quedan otras 44 aproximadamente. Ha basado la selección de las desplazadas en lo que mejor puede funcionar en la localidad. “En Cuéllar gusta ver lo de Cuéllar”, asegura.
Esta bella muestra se puede visitar hasta el 23 de agosto, de lunes a domingo de 11.00 a 14.00 horas, y de 19.00 a 21.00 horas por la tarde.
Se trata de una buena oportunidad de adentrarnos en los paisajes y lugares más insospechados de la villa, de la mano del minucioso trato del pincel de este cuellarano.
