El Movistar Estudiantes logró otra machada y se impuso al FC Barcelona (102-96) en un choque en el que los locales realizaron un ejercicio de coraje y rozaron la perfección ante un rival gris que pudo haber terminado la jornada como líder tras la derrota del Unicaja.
Los colegiales de Txus Vidorreta afrontaban un clásico del baloncesto español en horas bajas, lejos de puestos coperos y con un pobre balance. Al otro lado un Barcelona que venía de certificar el primer puesto del Grupo C de la Euroliga con su victoria en Atenas frente Panathinaikos (67-80), aunque con la enfermería a rebosar: Álex Abrines, Brad Oleson y Marcus Eriksson eran baja.
El Palacio de los Deportes volvió a vivir una noche mágica, como la que disfrutaron hace apenas dos semanas cuando le robaron la condición de invicto al Real Madrid. Una victoria que le da mucho color a la gris temporada colegial, ya que con esta victoria consiguen su sexto doblete al conseguir imponerse a Madrid y Barça en la Temporada Regular como locales.
A pesar de la diferencia que consiguieron los azulgrana en el primer cuarto (21-31), el conjunto local no bajó los brazos en ningún momento y creyó en la remontada. El argentino Van Lacke (25 puntos) se puso el equipo a sus espaldas y tiró del carro para reducir diferencias antes del intermedio (50-57).
Los de la Ciudad Condal se vieron arrollados por un espoleado Estudiantes en los primeros minutos del tercer cuarto. Esta vez sería Nacho Martín (24 puntos) el que marcó la diferencia y bajo los aros se impuso a las torres azulgranas. Los madrileños entraban con una corta ventaja al cuarto definitivo (70-71) y con la moral por las nubes después de reducir la diferencia inicial.
Los diez últimos minutos fueron un auténtico vendaval ofensivo de ambos conjuntos. Un intercambio de golpes que terminó por decantar la balanza del lado estudiantil. De nuevo, el rigor defensivo y el acierto de cara al aro (31 puntos en este cuarto) permitieron que el Estudiantes se llevara una victoria agónica en los minutos finales ya que el Barça llegó a situarse dos puntos por debajo.
Al festival ofensivo de los colegiales se sumó Javi Salgado (20 puntos) que ayudó a certificar una dulce victoria que sitúa al Estudiantes con un balance de 4-8, lejos del descenso pero sin apenas opciones de pelear por un puesto en la Copa del Rey. El Barcelona (9-3), que pudo liderar, se tiene que conformar con el tercer puesto de la clasificación.