Los Bomberos de Segovia intervinieron ayer para sofocar el incendio en una vivienda de Torrecaballeros, situada en el barrio de La Aldehuela del municipio. Las llamas se originaron en el garaje del inmueble por causas desconocidas y acabaron propagándose por parte del edificio, una construcción antigua, rehabilitada, que cuenta con una estructura de madera, lo que hizo más ardua la tarea de extinción del mismo.
El Parque de Bomberos de Segovia recibió el aviso de la propietaria de la vivienda poco después de las diez de la mañana, alertando de que en el garaje había una gran humareda sin que se identificase el origen y alcance del fuego. Seis efectivos desplazaron un camión de brazo articulado, que es el que utilizan en salidas a la provincia, y un vehículo “nodriza”, con un depósito con una capacidad de 9.000 litros de agua, con los que lograron a sofocar las llamas y evitar que se propagase al resto de la vivienda ni al edificio contiguo.
La propietaria, acompañada de su hija y numerosos vecinos, indicaba a los Bomberos la distribución de las estancias mientras observaba el ir y venir de los profesionales cargando las bombonas de oxígeno que les permiten respirar en las tareas de extinción. “Estaba desayunando y he visto que entraba un poco de humo del garaje. Cuando he visto cómo estaba todo he cogido el móvil, el abrigo y he salido rápidamente a la calle. Lo importante es que estoy bien”, acertaba a decir esta vecina de Torrecaballeros.
En el garaje anejo a la vivienda había numerosos neumáticos que, al arder, provocaron una intensa humareda negra, y dos vehículos: un todo terreno, que los bomberos consiguieron sacar de la estancia con la ayuda de los operarios del Ayuntamiento de Torrecaballeros, y un antiguo Seat 600, que fue imposible sacar al exterior.
Los materiales del edificio y la propia distribución de la vivienda, con un desván de madera diáfano, favorecieron la propagación de las llamas y el humo comenzó a salir por las distintas chimeneas y ventanas. Los vecinos, congregados a unos metros del lugar donde los bomberos se afanaban en sofocar las llamas, mostraban caras de preocupación.
Cuando el incendio estaba prácticamente sofocado, una parte de la cubierta del garaje acabó hundiéndose y los Bomberos iniciaron las labores de desescombro. Además, las llamas afectaron a la habitación más próxima al garaje pero, según las indicaciones de los Bomberos, no llegó a afectar a más estancias de la vivienda.
Las tareas de extinción del incendio se alargaron hasta cerca de las tres y media de la tarde. Según los testigos “no parece que haya daños estructurales”, aunque “el seguro nos ha recomendado que no toquemos nada de nada hasta que llegue el perito mañana”, comentaba la propietaria por la tarde, aún con el susto en el cuerpo.
Cuando el incendio estaba extinguido, los Bomberos recibieron el aviso de una chimenea en llamas en Brieva, donde se desplazaron para evaluar el alcance, que finalmente no requirió su intervención.
