Como el buen aficionado tiene que estar con su equipo a las duras y a las maduras, un grupo de entusiastas seguidores quiso acompañar con sus ánimos a la Selección Española de fútbol en su último partido del Mundial, por medio de la pantalla gigante instalada en la plaza Tirso de Molina. Aunque despedirse de una competición sin pasar a octavos causa tristeza, por lo menos decir adiós con un triunfo como el de ayer ante Australia ayuda a pasar mejor el mal trago.