El nuevo ministro de Justicia Rafael Catalá fijó el “análisis” y la “mejora” en la aplicación de las nuevas tasas judiciales, la revisión del Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la reforma del Registro Civil entre sus prioridades al frente del Ministerio. Catalá recibió ayer la cartera de Justicia de manos de su antecesor, Alberto Ruiz-Gallardón, en el Palacio de Parcent. Asimismo, juró el cargo en el Palacio de la Zarzuela y, acto seguido, partició en el Consejo de Ministros extrarordinario que aprobó recurrir la consulta soberanista de Cataluña ante el Tribunal Constitucional.
El traspaso de cartera tuvo lugar en las salas nobles del Palacio de Parcent, absolutamente abarrotadas de autoridades. Entre ellas, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro o el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Fernando Grande-Marlaska, junto a fiscales, vocales del Consejo General del Poder Judicial y representantes de asociaciones de jueces, secretarios judiciales, notarios o procuradores.
Catalá agradeció la nutrida presencia que le ha acompañado en este acto y expresó su deseo de que sea indicio de una “pronta y estrecha colaboración” entre todos los profesionales del Derecho, algo, a su juicio, absolutamente imprescindible para afrontar los retos que la Administración de Justicia tiene ante sí. El diálogo con muchos sectores se había roto en la época de Gallardón, por lo cual los afectados han recibido con buenos ojos este cambio de actitud.
