Casi seis años después de aquel fatídico 6 de agosto de 2008, cuando un gran incendio arrasó cerca de mil hectáreas, principalmente de pinar, de los términos municipales de Moral de Hornuez, Honrubia de la Cuesta y Pradales, aquellos parajes comienzan a reverdecer. Esta vez, la primavera ha contado con la colaboración del hombre. A lo largo de los últimos tres años, la Junta de Castilla y León ha restaurado cerca de 800 hectáreas de la superficie quemada, posibilitando que, a día de hoy, ese entorno vuelva a rebrotar.
Recién apagadas las llamas, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, prometió financiar la repoblación de la zona. Y así fue. En 2010 salió a licitación la restauración forestal del área calcinada. La empresa ‘Forestación y Repoblación S.A.’ (FORESA) resultó adjudicataria, llevando a cabo la tarea durante los ejercicios de 2011, 2012 y 2013. Cada año, preparaba una amplia superficie de terreno y, meses después, cuando el tiempo lo aconsejaba, procedía a la colocación de las plantas. En 2012 y 2013, además, se sustituían las plantas del año anterior que no habían agarrado, secas, por otras nuevas.
De acuerdo a las estimaciones del Servicio Territorial de Medio Ambiente, en tres años se han colocado alrededor de 650.000 plantas en la superficie del incendio. En Moral de Hornuez se han restaurado 400 hectáreas, en Honrubia 162 y en Pradales 102. En los tres casos se trataba de montes de utilidad pública. También se ha actuado repoblando cerca un centenar de hectáreas de propiedad privada. “Prácticamente toda el área del incendio está restaurada”, asegura el último director de obra, Rafael Marina, también director del parque natural de las Hoces del río Riaza.
Casi el 70% de los árboles plantados son pinos, de varias clases. Además, las repoblaciones han incluido, en pequeño número, cerca de veinte especies de árboles. Entre ellas figuran encinas, enebros, sabinas, quejigos, rebollos…
“Yo creo que en unos 10 ó 15 años se notará la regeneración”, estima Marina, si bien advierte que en las zonas donde se ha repoblado con especies frondosas (pequeños valles, principalmente), el efecto de la mano del hombre “tardará un poco más en llegar”. En cualquier caso, desde la Junta se ve con optimismo el futuro de la zona, toda vez “la gran mayoría de las plantas han agarrado muy bien”, por lo que el porcentaje de reposiciones ha sido bastante bajo.
Desde la Junta también se valora que la repercusión del incendio de 2008 sobre la fauna “no fue lo catastrófico que podía haber sido”. Las aves nidificantes en la zona quemada se trasladaron a áreas colindantes, incrementando su riqueza ornitológica. Y, en la zona calcinada, el corzo vuelve a abundar y el jabalí es visitante asiduo de las tierras donde la jara ya va creciendo.
La inversión total en la obra, que asciende a 1.373.370,02 euros, ha incluido la construcción de una senda peatonal circular, de casi cuatro kilómetros, con salida y llegada a la ermita de Hornuez, pasando por el pueblo de Moral. De igual forma, la red de sendas y caminos de los tres pueblos afectados se ha mejorado, al igual que otras infraestructuras existentes en los montes que se vieron deterioradas a consecuencia del fuego.
