Los servicios secretos militares del Gobierno sirio han dispersado su potente arsenal químico para dificultar su localización a otras ciudades, según revelaron ayer fuentes en EEUU y Oriente Próximo al diario Wall Street Journal.
De acuerdo con su versión, la Unidad 450, integrada en el Centro de Estudios e Investigaciones Científicas Sirio, comenzó hace más de un año a trasladar las armas del régimen de Bashar al Asad desde sus principales almacenes, en el oeste del país.
Sin embargo, habría intensificado su actividad en los últimos meses, repartiendo el material por una decena de lugares, y especialmente en las últimas semanas, en las que lo habría dispersado por 50 localidades diferentes.
De esta forma, EEUU calcula que el régimen de Al Asad posee unas 1.000 toneladas métricas de «agentes biológicos», sobre todo gases venenosos. «Eso es lo que sabemos, pero podría haber más», apuntó un funcionario.
Washington estaría usando sus satélites para seguir a los camiones de la Unidad 450 y poder descubrir así los almacenes de armas, pero «es una tarea complicada», añadieron desde EEUU.
Además, desatacaron la importancia de esta Unidad, una fuerza integrada por alauíes, confesión de la rama chiíta del Islam a la que pertenece la familia de Al Asad, que controla el programa de armamento químico.
Los servicios de Inteligencia sopesaron la posibilidad de infiltrarse en sus filas, pero la descartaron porque se trata de un círculo tan cerrado y tan cercano al mandatario que cualquier novedad levantaría sospechas.
Por otra parte, el jefe de la diplomacia norteamericana, John Kerry, aseguró que su país está «profundamente comprometido con una solución negociada, pero no hay excusa para pedir que se eliminen de forma definitiva todas y cada una de las armas químicas que hay bajo la mano de Al Asad. Además, pensamos firmemente que Moscú también está en la misma línea», declaró al término de la reunión de hora y media que mantuvo el pasado jueves con el mediador internacional para el Estado árabe, Lajdar Brahimi, en la que también participó el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov. Asimismo, los tres acordaron volver a entrevistarse el próximo día 28 y fijar una fecha clara y definitiva para celebrar una conferencia de paz para Siria.
Por otro lado, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, afirmó que el presidente sirio «ha cometido muchos crímenes contra la humanidad».
