El tráfico en las autopistas constituye uno de los termómetros que permiten cuantificar la incidencia de la crisis económica.
En el caso de la AP-6, la principal vía de comunicación terrestre que atraviesa la provincia y que comunica el centro de la península con el Noroeste, el descenso de la circulación ha bajado en más de un 25 por ciento en los últimos años.
Según las cifras aportadas por la empresa concesionaria, Abertis Autopistas, en el año 2008, la intensidad media diaria fue de 29.765 vehículos. En el año 2011 fue de 25.158, y de 22.700 en 2012.
Entre medias, en 2009 se contabilizó una bajada del 5,8 por ciento al bajar la IMD a 28.039 vehículos por día, y en 2010 se bajó a 27.123, lo que supuso otra bajada del 3,3 por ciento. En el último año contabilizado, 2011, la bajada fue de otro 7,2 por ciento, según las mismas fuentes.
En los nueve primeros meses del año 2012, se había contabilizado otra bajada del 12,4 por ciento, al registrar una intensidad media diaria de 22.659 vehículos.
De acuerdo con las cifras aportadas por el Ministerio de Fomento, prácticamente todas las carreteras han experimentado un descenso de su uso, salvo las autovías dependientes de las comunidades autónomas. También han bajado las matriculaciones y las transferencias, lo que en definitiva representa un menor parque de vehículos. No es raro, pues, que las cifras de siniestralidad también vayan en descenso.
Se rompe así, con la crisis, la tendencia que había, pues se observa un alto incremento del consumo de gasóleo desde el año 1987 y especialmente a partir de 1995. En 1993 se produce un descenso que puede estar influida por el cambio en la fuente de los datos (fin del monopolio de CAMPSA). Sin embargo, hay que tener en cuenta en la evolución del consumo de gasóleo el fuerte incremento en los últimos años del número de vehículos (turismos y furgonetas) que utilizan dicho combustible. En 2008 y 2009 cae el consumo de gasóleo por efecto de la crisis económica. En 2010 el consumo se ha estabilizado. El consumo de gasolina desde el año 1992 desciende ligeramente año tras año, siendo uno de los motivos el estancamiento del parque de vehículos automóviles a gasolina.
