La sentencia definitiva contra el exjefe del Gobierno italiano Silvio Berlusconi, de 76 años, se hace esperar, aunque todo parece indicar que será hoy cuando el Tribunal Supremo tome su decisión y haga público un veredicto en el caso Mediaset, que podría suponer el fin de la carrera política de Il Cavaliere. La alta institución judicial decidirá si confirma la sentencia del Tribunal de Milán que condenó al exprimer ministro a cuatro años de cárcel y cinco de inhabilitación por el proceso del grupo audiovisual de Berlusconi que, según los jueces, evadió al fisco y envió a cuentas en el extranjero cerca de siete millones de euros procedentes de los derechos de transmisión de películas estadounidenses.
La resolución de esta corte podría ser la primera condena firme contra el político y magnate de los medios de comunicación. El que fuera tres veces primer ministro no podrá recurrir más las decisiones de los jueces.
Si el Tribunal de Casación confirma la pena, tal vez haya repercusiones para el Ejecutivo del país, pues el partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PdL), es el principal socio del Partido Democrático (PD, centroizquierda) del jefe de Gobierno Enrico Letta.
En el caso Mediaset, un tribunal de Milán lo condenó en mayo en segunda instancia a cuatro años de prisión por evasión fiscal. De ese dictamen, tres años se suprimirían de acuerdo a una ley aprobada en 2006 para suavizar las condenas. El resto lo cumpliría bajo arresto domiciliario.
En primera instancia, el juez lo condenó por haber inflado los costes de derechos televisivos en cientos de millones con un sistema de «evasión fiscal a gran escala». Después de que a mediados de julio el tribunal de apelaciones rechazase una queja de Berlusconi sobre este proceso, quedó el camino despejado para la sentencia final.
Además, a finales de junio, Berlusconi fue condenado en el caso Ruby a siete años de prisión por abuso de poder y por mantener relaciones sexuales con una prostituta que entonces era menor de edad. El fallo todavía no es firme.
