El ‘hospital’ de los animales salvajes de Segovia [el Centro de Recuperación de Animales Silvestres] recibió a lo largo del año 2012 un total de 305 ejemplares, según los datos facilitados por el Servicio Territorial de Medio Ambiente, de quien depende dicho centro, ubicado en la finca “Los Lavaderos” (carretera de Arévalo 27)
De los ‘pacientes’ atendidos durante el año 2012, la gran mayoría (252) fueron aves. En 44 casos se trató de mamíferos, y en 9 de reptiles. Entre las aves, destacan especies como cigüeña blanca, buitre leonado, milano real, busardo ratonero, milano negro y cernícalo vulgar. De los mamíferos que fueron a parar al CRAS, la mayoría fueron corzos.
Por lo que respecta a las causas de ingreso en el CRAS, en 60 casos se debió a un atropello por un vehículo, en 33 por colisiones (contra tendidos eléctricos, cristales…) y en 29 por debilidad (desnutrición o deshidratación). Otras causas de menor importancia porcentual son la aparición en el casco urbano (24 casos), enredos en cuerdas o alambres (11) o electrocución (10). Además, en el CRAS entraron 23 fringílidos —principalmente jilgueros—, previamente incautados por la Guardia Civil debido a infracciones de la Ley de Caza.
En cuanto a las salidas del CRAS el pasado año, se contabilizaron un total de 253. De ese número 137 corresponde a sueltas de animales realizadas por el personal de “Los Lavaderos”. 76 animales murieron en el CRAS y 34 recibieron la eutanasia, por su estado irreparable. Finalmente, un animal fue trasladado a otro centro y cinco cedidos.
El personal del Centro de Recuperación de Animales Silvestres cumple con un estricto protocolo de actuación. Si el animal ingresa cadáver, y se sospecha que fue envenenado, se procede al análisis de sus restos. Si el ejemplar está vivo, se avisa a un veterinario para que marque el tratamiento que debe llevar el animal. En el caso de las aves, que son mayoría en “Los Lavaderos”, inicialmente se llevan a pequeñas habitaciones, llamadas “mudas”, hasta que se recuperan de sus lesiones. Una vez curadas, pasan a los “voladeros”, donde pueden fortalecer su musculatura hasta que, una vez que están en condiciones de volver a su hábitat, se procede a su anillamiento. A lo largo de toda la etapa que los animales permanecen en el CRAS se intenta que tengan el mínimo contacto con el ser humano, para evitar que queden ‘troquelados’, esto es, que se acostumbren al ser humano. Finalmente, el personal del CRAS procede a la liberación de los animales, preferiblemente en el lugar donde fueron recogidos, para así facilitar una rápida aclimatación. En estas reintroducciones, el personal del CRAS contempla las características de cada especie. Así, un ave nocturna siempre debe ser soltada por la noche, y un ave migratoria, en la época de paso de sus congéneres por España.
El CRAS permanece abierto todo el año. Su horario, en días laborables y festivos, es de 08,00 a 14,00 horas; los fines de semana, de 08,00 a 12,00 horas. Los interesados en llevar un animal silvestre pueden llamar al teléfono 618 73 55 68.