En vísperas de Nochevieja, la palabra seguridad pasa a ocupar un papel protagonista. Todo el mundo dice querer una fiesta de despedida de 2015 y recibimiento de 2016 segura. Y vuelven a escucharse mensajes conocidos pero todavía necesarios, demandando esa seguridad tan ansiada.
La subdelegada del Gobierno, Pilar Sanz, recordó ayer aquello de ‘si bebes no conduzcas’, advirtiendo que, en Nochevieja, la Guardia Civil llevará a cabo controles de alcoholemia. “Los controles se van a realizar, como siempre, pero en estos días con más razón”, expuso Sanz, quien recomendó encarecidamente a aquellas personas que vayan a desplazarse en Nochevieja después de asistir a una fiesta que “utilicen un taxi o dejen conducir su coche a un amigo que no haya bebido”. Para la subdelegada del Gobierno, “lo más importante es que no se produzcan tragedias”.
La seguridad prima, pues, en el discurso de Sanz, pero no solo al hablar de las fiestas nocturnas. Ella quiso destacar ayer, también, la campaña ‘Comercio Seguro’, consistente en una mayor presencia policial en aquellas zonas donde se producen aglomeraciones, dificultando así la actuación de los ladrones.
De igual forma, Sanz aseguró que la Guardia Civil, en la provincia, y la Policía Nacional, en la capital, permanecerán vigilantes ante posibles fiestas clandestinas, no autorizadas. “En caso de tener información de alguna, los agentes se presentarán allí para solicitar el permiso y, si no se hubiera concedido, proceder a la denuncia oportuna”, indicó la subdelegada del Gobierno.
La seguridad en las celebraciones de Nochevieja también es “prioritaria” para los hosteleros segovianos. El presidente de la Agrupación Industrial de Hosteleros Segovianos (AIHS), Julián Duque, apeló ayer a esa seguridad para aconsejar a los segovianos que, a la hora de elegir un establecimiento para cenar en Nochevieja, tomar las uvas y divertirse seguidamente en el arranque de 2016, lo hagan en alguno que sea “de su confianza”. “Hay que huir de las fiestas clandestinas, por una cuestión de seguridad, pues no se sabe lo que se está tomando”, remarcó el presidente de los hosteleros.
Duque reconoció que “ya no hay tantas fiestas clandestinas como antes”, aunque añadió que “sigue habiéndolas”, por lo que reclamó a las autoridades que eviten su celebración. Preguntado sobre el impacto económico de la Nochevieja en la hostelería segoviana, sí indicó que “habitualmente se hacía buena caja”, si bien quiso resaltar que “un año no se soluciona por esta noche”. En cualquier caso, él sí quiso alertar contra los organizadores de fiestas clandestinas, “oportunistas que piensan que en una noche van a hacer el agosto”.
De forma indicativa, Duque estimó que el precio medio de un menú de Nochevieja rondará los 70 euros, incluyendo la cena, el cotillón y la barra libre. Cada año, un número creciente de segovianos decide salir de casa a celebrar la Nochevieja, y Duque entiende que a ello ha contribuido “la calidad, el buen servicio y la seguridad” ofrecidas por la hostelería segoviana que, en lo que va de Navidad, está trabajando “bien”, según Duque.
El presidente de la AIHS minimiza la importancia que tiene en Nochevieja el ‘botellón’, que considera un problema “ya asumido” por la hostelería y que, a su entender “no tiene arreglo, por desgracia”. “El botellón —explica— se da menos en estas fechas del año que en otras, pues hace frío en la calle y la gente, en líneas generales, quiere ir a locales con música para poder bailar”. Para acabar, Duque formula un deseo, el de “que todos pasemos la hoja con alegría… y con seguridad”.
Mejor el producto local
Segolechal lanza una campaña para pedir a los consumidores que, a la hora de adquirir lechazo, opten por el segoviano, contribuyendo así al mantenimiento del sector ovino provincial.
Aprovechando que en la mesa de Nochevieja y/o en la de Año Nuevo no suele faltar el cordero asado, la asociación ‘Segolechal’ ha llevado a cabo una campaña para pedir a los segovianos que apuesten por la producción local, evitando así adquirir lechazos de fuera que, en fechas previas a la Navidad, “inundan el mercado y nos hunden el precio”.
En fechas recientes, el presidente de Segolechal, Kike Santana, ha advertido que el consumidor desconoce, la mayoría de las veces, si está adquiriendo un cordero nacional u otro procedente de países como Francia, Italia o Nueva Zelanda, reclamando a continuación a la Junta de Castilla y León una legislación que permita al comprador de un lechazo saber toda la trazabilidad del producto, incluyendo el lugar donde nació y su forma de cría.
Ahondando en esa idea, el presidente de Segolechal anima a los segovianos a adquirir lechazos segovianos, “algo más caros pero infinitamente mejores”. De igual forma, considera que si no se logran precios dignos para el sector de ovino de carne “estamos abocados a la desaparición”, dado que “el mantenimiento de nuestras explotaciones se hace insostenible”.
Citando un artículo de Francisco Morcen, en el que éste denuncia que las ayudas que reciben los ganaderos franceses son más elevadas que las de los españoles, Kike Santana lamenta que aquí “se está en manos de las grandes superficies, que después de llevarse las subvenciones de las comunidades autónomas y los ayuntamientos para instalarse, luego compran los productos fuera”.
“El sector ovino se hunde; los ganaderos se arruinan y en un corto espacio de tiempo nuestros rebaños desaparecerán de los campos”, prosigue Kike Santana, quien avanza que, en cualquier caso, Segolechal “luchará para que todo esto no ocurra”.
