La huelga general convocada por los sindicatos CCOO y UGT tuvo ayer una escasa repercusión en las empresas y administraciones públicas de la provincia, donde únicamente el transporte ferroviario y por carretera hacia Madrid y Valladolid yel transporte público y la recogida de basuras en la capital se vieron afectados por el paro.
La “guerra de cifras” prevista entre empresarios y trabajadores sobre el porcentaje de participación en la convocatoria se atenuó bastante, en gran medida por el bajo índice registrado en la provincia. Pese a ello, la disparidad entre los datos recogidos por cada uno de estos sectores fue más que evidente.De este modo, los sindicatos han asegurado que el 56 por ciento de los trabajadores segovianos secundaron la huelga, cifra inferior en 16 puntos a la media regional de participación, que según las centrales sindicales convocantes supera el 72 por ciento.
Por su parte, la Federación Empresarial Segoviana (FES) cifró en un exiguo tres por ciento el seguimiento de la huelga en la provincia.
Aunque la jornada estuvo primordialmente marcada por la tranquilidad, la huelga registró también algunos incidentes que enturbiaron el normal desarrollo de la jornada. De este modo, un total de 23 centros educativos de la provincia amanecieron ayer con las cerraduras de sus puertas de acceso selladas con silicona, y la sede de la FES también fue bloqueada con palillos y pegamento en la puerta de entrada.
Durante toda la jornada, los más de 150 representantes sindicales que integraron los piquetes informativos se distribuyeron por las zonas industriales y comerciales de la capital y de los pueblos más grandes de la provincia con el fin de controlar el cumplimiento de los servicios mínimos en aquellos departamentos en los que se había negociado con anterioridad.
La acción de los piquetes informativos fue seguida en todo momento por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local y Guardia Civil, que a lo largo de la jornada establecieron un fuerte dispositivo de seguridad para garantizar tanto el derecho a la huelga como el derecho al trabajo.
El mayor inconveniente de la huelga fue el hecho de que Segovia permaneció incomunicada con Madrid y Valladolid debido a la ausencia de servicios ferroviarios tanto en alta velocidad como en línea convencional. También hubo un recorte drástico en el transporte por carretera, donde la línea que une Segovia con Madrid a través de la empresa La Sepulvedana sólamente estableció tres rutas de ida y otras tantas de vuelta , lo que dejó a centenares de estudiantes y trabajadores sin la posibilidad de poder acceder a sus clases o centros de trabajo.
En las administraciones públicas, el seguimiento de la huelga fue prácticamente testimonial, registrándose un 3,84 por ciento de incidencia en el Ayuntamiento de Segovia, poco más de un 2% en la Diputación Provincial y un 4,70 % en los servicios dependientes de la Junta de Castilla y León.
En la capital, la mayor incidencia del paro se notó en el transporte público y en el servicio de recogida de basuras, donde los servicios mínimos limitaron sensiblemente el número de vehículos en las distintas líneas de transporte y ralentizaron la limpieza viaria y la recogida de residuos.
En cuanto a la actividad industrial y comercial, el paro tuvo un seguimiento desigual, aunque algunas empresas registraron una merma sensible de su trabajo, como en el caso de SGD La Granja, cuyos trabajadores secundaron mayoritariamente la huelga, según los datos facilitados por las centrales sindicales.
La jornada reivindicativa de los sindicatos en contra de la reforma laboral concluyó simbólicamente con la manifestación convocada por las centrales sindicales en la que cerca de medio millar de personas, según fuentes de la Policía Local expresaron su rechazo a las medidas laborales y sociales del Gobierno. La manifestación partió a las 18,00 horas desde la Casa Sindical encabezada por una pancarta con las siglas de CCOO y UGT con la frase «Así no, rectificación ya», que portaban los secretarios provinciales de ambos sindicatos, Ignacio Velasco y Salazar Calvo, junto a otros dirigentes sindicales.
La manifestación, que se desarrolló sin incidentes, concluyó ante la fachada de la Subdelegación con la lectura de un manifiesto conjunto firmado por los sindicatos convocantes en el que piden la retirada de las leyes contenidas en la reforma laboral y medidas para favorecer la creación de empleo.
Los sindicatos convocantes de la huelga expresaron su satisfacción por la repercusión de la convocatoria en Segovia, y los secretarios provinciales de CCOO, Ignacio Velasco y UGT, Salazar Calvo, han manifestado que la sociedad “ha recogido el mensaje de las centrales sindicales sobre la reforma laboral pese a las críticas despiadadas de la patronal y de algunos partidos políticos”. Velasco lamentó que algunas empresas de la provincia “hayan recurrido a la coacción antes de la huelga para evitar la participación”, lo que unido a la excesiva atomización del tejido industrial de la provincia haya evitado un mayor seguimiento de la huelga.
Los representantes sindicales lamentaron los actos vandálicos registrados en algunos centros educativos y en la sede de la FES, , y aseguraron que estas acciones “no llevan a ningún sitio y destruyen el trabajo que hemos realizado”, significando que ninguno de los dos sindicatos mayoritarios tienen que ver con estos hechos..