El presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), José Valín, ha defendido la gestión de este organismo durante el episodio de avenidas extraordinarias de la última semana de marzo y primera de abril, asegurando que las presas desembalsaron mucho menos de lo que recibían, lo que contribuyó a minimizar las inundaciones.
Concretamente, Valín se ha referido a la reunión que celebró el Comité Permanente de la Comisión de Desembalse para autorizar caudales extraordinarios de desembalse en el río Riaza (embalse de Linares del Arroyo) que no llegaron a utilizarse y del Alto Duero (embalse de Cuerda del Pozo) que se utilizaron durante un día.
De acuerdo con Valín, en cualquier caso el caudal punta desembalsado (obligado para mantener el resguardo de seguridad de las presas) en ambas infraestructuras, fue mucho menor que el caudal punta de la crecida que llegó a las mismas. En el Riaza, la cuarta parte de dicho caudal punta y en el Alto Duero, la séptima parte.
Es decir, las presas permitieron evitar en gran medida las inundaciones, ya que de no haber existido, el caudal circulante aguas abajo de las mismas hubiera sido cuatro veces más en el Riaza y siete veces más en el Alto Duero. En el resto de las presas no fue necesario sobrepasar el caudal previsto de desembalse, siendo muy positiva la regulación de las avenidas en los cauces principales. Los problemas se produjeron por los ríos sin regular: Arlanza, Ucero y Cega-Pirón entre otros, que no disponen de embalse.
Por otra parte, la Comisión de Desembalse se ha reunido para plantear los caudales a desembalsar hasta el 30 de septiembre, partiendo de una situación actual del 90 por ciento de llenado, lo que permitirá una, campaña normal de riego), adoptando las siguientes determinaciones la decisión de que la campaña finalice con un nivel medio de llenado de los embalses de la Confederación cercano al 30 por ciento de la capacidad (800 hm3 en total), lo que supone contar con un 40 por ciento más de volumen que el año anterior al finalizar la campana.
Asimismo se han determinado los caudales de desembalse de cada una de las infraestructuras y de los caudales circulantes correspondientes a los puntos críticos de los distintos cauces. Por primera vez se utilizan con este fin los caudales ecológicos previstos en el Plan Hidrológico del Duero, estableciendo opciones para situaciones normales y de sequía.
