La entrada de nuevos y cada vez más complejos casos en la Unidad de Alergia del Hospital General es imparable. El equipo de alergólogos liderado por la doctora María Isabel Esteban López atendió a lo largo del año 2012 a 6.446 pacientes de los que 1.528 acudían por primera vez a la consulta especializada y 4.918 fueron a una revisión.
La incorporación de 1.500 debutantes bajo los efectos de la epidemia no infecciosa del siglo XXI se mantiene como un dato estable, que no admite reducción en los registros de los últimos años de la Unidad de Alergia. Estos balances no incluyen a la población infantil afectada por esta alteración del sistema inmunológico, ya que los menores son tratados en Pediatría o desde los servicios de Atención Primaria.
El número de casos de alergia atendidos el pasado año en las consultas del Hospital General de Segovia supera, por ejemplo, al que han registrado en el Complejo Asistencial de Zamora, y se enmarca en el cómputo regional de 83.757 consultas realizadas por los 37 alergólogos que conforman la plantilla de Sacyl. En el total de casos atendidos en Castilla y León durante el año 2012 hay que diferenciar también los 28.765 que han sido vistos en primera consulta y los 54.992 que corresponden a sucesivas.
En las revisiones, los alergólogos evalúan los cambios de síntomas que puede haber tenido un paciente para ajustarle el tratamiento y recetarle la vacuna correspondiente. La doctora Isabel Esteban López asegura que en estas revisiones es muy frecuente que una persona alérgica al polen empiece a comentarles reacciones que ha sufrido al comer una fruta o al aplicarse un cosmético. E incluso los especialistas están detectando muchos casos en los que al hacer una prueba para diagnosticar una alergia a un nuevo producto que está provocando síntomas, se encuentren que la paleta de reacciones positivas es más amplia y tengan que hablar de alergias a múltiples productos, aunque varios estén aparentemente ocultos bajo la tolerancia. “Puedes tener un paciente con alergia al cacahuete, que sí le provoca síntomas, y con alergia a la lenteja, que está tolerando —comenta Isabel Esteban—, pero tienes que advertirle que si un día toma lentejas, toma un analgésico, hace ejercicio y está estresado, la lenteja de puede producir reacción”.
Hasta hace pocos años, los expertos se encontraban con muchas personas alérgicas al polen de las gramíneas pero ahora estos, además, pueden sufrir hipersensibilidad a las arizónicas, al plátano de sombra, a las malezas… y también se les puede complicar con los alimentos, como la mostaza, el melocotón, el melón, las manzanas o los frutos secos, o con medicamentos o productos de cosmética e higiene. Son los pacientes polisensibilizados o polialérgicos.
En este sentido, la doctora Esteban López asegura que los pacientes con una sola causa de alergia son cada vez más excepcionales, mientras que los polisensibilizados acaparan más del 80 por ciento de los casos. Además, la experta destaca el fuerte incremento del número de personas afectas por una reacción alérgica a los alimentos. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), ha advertido la incidencia de la alergia a alimentos se ha duplicado en España en poco más de un decenio.
La conjunción de estos procesos está aumentando y complicando el trabajo en las consultas de atención especializada. Hasta el punto de que para los expertos es muy difícil poder dar respuesta a un paciente en los diez minutos que concede el Sacyl por caso.
