Las asociaciones de micología han ido proliferando, como setas, en los últimos años. Sin embargo, en Segovia, ni tampoco en Castilla y León, existía una entidad que aglutinase a los recolectores. Con la intención de cubrir ese vacío se acaba de crear la Asociación de Recolectores de Setas Silvestres (ARESIL), un colectivo con sede en El Espinar —en concreto, en el restaurante ‘La Brasería’—, pero que nace con la pretensión de abarcar todo el territorio de la comunidad autónoma. «En vista de que no había ninguna organización que defendiera los intereses de los recolectores, decidimos crear una», explica su primer presidente, José Miguel Altelarrea.
Los fundadores de ARESIL sostienen que la recolección de setas es una actividad compatible con el mantenimiento de los recursos micológicos. «Los aprovechamientos forestales son muy importantes —explica Altelarrea—, si se abandonan, el monte se transforma y acaba desapareciendo; por eso mismo es conveniente seguir manteniéndolos». No obstante, desde la asociación se defiende el establecimiento de limitaciones para preservar los recursos, de forma que puedan seguir siendo explotados por las próximas generaciones.
Con la pretensión de ir «profesionalizando» a los recolectores, ARESIL quiere organizar diferentes actividades para sus socios, entre las que figuran salidas al campo para identificar ejemplares, conferencias sobre transporte y conservación de setas o talleres didácticos de especies determinadas.