El Real Madrid consiguió ayer una abultada goleada (1-6) ante el Galatasaray en el primer partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones, en un encuentro marcado por la lesión de Casillas y que los blancos resolvieron con los tres goles de Cristiano, los dos de Benzema y el gol inicial de Isco.
Ancelotti, que se convirtió en el primer entrenador en disputar la Champions con seis equipos diferentes, no contó con Bale en el once inicial, pero sí lo hizo con Casillas (que no era titular desde el 23 de enero) tal y como había anunciado. Pero la mala suerte se volvió a ensañar con el de Móstoles, que antes del cuarto de hora, se vio obligado a abandonar el terreno de juego por un golpe en la cadera. No obstante, le dio tiempo a dejar su sello con una meritoria parada a un fuerte disparo de Melo.
El conjunto turco se adueñó del partido y monopolizó las ocasiones, pero Diego López se erigió en el salvador, especialmente en un cabezazo de Felipe Melo a la salida de un córner, que desvió con una fabulosa estirada. El Real Madrid se mostraba impotente, con una sola llegada en la primera media hora por medio de Cristiano Ronaldo, que cayó en el área tras un tropezón con un defensor que el colegiado no interpretó como penalti.
Sin embargo, a este Madrid no le hacen falta muchas ocasiones para conseguir goles, y lo demostró cuando un fabuloso pase de Di María fue bajado magistralmente por Isco, dejándose el balón franco para el disparo y superando a Muslera colocándolo junto al palo. Una genialidad del joven mediapunta andaluz salvó momentáneamente los muebles de un espeso Real Madrid.
Inmediatamente después del descanso, pudieron aumentar la ventaja, pero ni Di María ni Cristiano pudieron con Muslera. Seguido perdonó Burak Yilmaz de cabeza, mandando el balón incomprensiblemente fuera. Ni el Madrid se conformó con la corta renta ni el Galatasaray, lógicamente, con el resultado en contra.
Pero fue de nuevo el bloque visitante quien hizo gala de su tremenda pegada, marcando el segundo por medio de Benzema, que optó por el disparo en vez de dar la asistencia a Cristiano, aprovechando un pase de Di María, tras un error de la defensa turca, para batir a Muslera.
La diferencia de dos goles hizo que el Madrid se desmelenara, dejando atrás una hora de partido en la que sufrieron más de la cuenta. Y aún faltaban los goles del atacante portugués, que lo hizo por partida doble en apenas tres minutos. Primero finalizó una dejada de cabeza de Isco tras centro con la derecha de Di María. Después, recogió un rechace tras un remate de cabeza para poner el cuarto en el marcador.
Así las cosas, el choque quedó visto para sentencia con media hora por delante, por lo que el aliciente hasta el final era ver cómo funcionaba el equipo tras los cambios, con Bale e Illarramendi ya sobre el terreno de juego. Y lo que sucedió fue que el Real Madrid amplió aún más la diferencia, gracias a unos insaciables Benzema y Cristiano Ronaldo, que cerraron el ‘set’ inmediatamente después de que Umut Bulut maquillara el resultado para los suyos.
