El corredor belga Jan Bakelants (Radioshack) venció ayer en la segunda etapa del Tour de Francia, celebrada sobre 156 kilómetros entre las localidades de Bastia y Ajaccio, al hacer bueno un ataque en los kilómetros finales y se colocó, de paso, como líder de la clasificación general mientras que ninguno de los españoles candidatos a la victoria final tuvo problemas para acabar en el pelotón.
La etapa invitaba a buscar ataques y los ciclistas no defraudaron. Ya de salida, cuatro hombres se escaparon buscando alguna opción de victoria. Pero al holandés Lars Boom (Belkin), al francés Biel Kadri (AG2R), al canadiense David Veilleux y al español Rubén Moreno (Euskaltel) la aventura les duró hasta el inicio del Col de Serra, ya que el FDJ no dejó nunca que cogieran una distancia seria antes de empezar las hostilidades.
En estos ataques destacó el conjunto Europcar. Sus jefes de filas, Thomas Voeckler y Pierre Rolland, buscaron su oportunidad desde lejos. Son los dos ciclistas más importantes del equipo y demostraron el carácter ofensivo del conjunto francés. De momento, Rolland se hizo con el ‘maillot’ de la montaña.
Mientras tanto, por detrás, más corredores de los inicialmente previsibles dieron síntomas de debilidad. Entre otros, el primer líder, el alemán Marcel Kittel (Shimano). Tras su victoria del pasado sábado, Kittel no luchó por mantener más días el amarillo y perdió el contacto con el pelotón principal casi a las primeras de cambio. Con ‘su’ Tour ya hecho, el corredor teutón guardó fuerzas para una posible segunda jornada de gloria.
Pero la noticia fue que en el rosario de ciclistas que sufrieron también había dos del equipo Sky. En principio no es ninguna catástrofe para ellos, pero es noticia ya que cualquier síntoma de debilidad del conjunto inglés es importante de cara a una carrera que están llamados a dominar en cualquier terreno y condición.
Y como si esa situación fuera una ofensa para ellos, la parte noble de la escuadra pasó a la acción en las rampas de la cima del Salario. El australiano Richie Porte endureció el ritmo en lo que parecía un intento de control a los ataques que se produjeron antes pero la intención era otra.
Froome se deja ver
El máximo favorito para la victoria final, el inglés Chris Froome (SKY), aprovechó el trabajo de su escudero y atacó en los últimos metros de la subida buscando sorprender a sus rivales. El envite no tuvo éxito pero es una declaración de intenciones del de Nairobi y su Sky: ellos llevan la manija de la carrera, que no lo dude nadie.
Tras este aviso, el pelotón se agrupó, pero la calma duró unos instantes. A falta de siete kilómetros, un grupo de seis se distanció del grupo y empezó una persecución contrarreloj.
En todo momento parecía que el pelotón conseguiría echar abajo la escapada y que la carrera se resolvería en un sprint reducido en el que eslovaco Peter Sagan (Liquigas) tendría su primera oportunidad de brillar en esta edición centenaria. Y, de hecho, a cinco de ellos si les dieron caza, pero Bakelants aguantó estoicamente para llevarse el triunfo y el premio de vestir en la etapa de hoy, la última en la isla de Córcega, el deseado ‘maillot’ amarillo.
