P ortugal es el país invitado este año en la Muestra de Cine Europeo Ciudad de Segovia (MUCES) que estos días se celebra en la capital. La cultura portuguesa se promociona estos días en Segovia, a través del cine, el arte y la música. A través del personaje de Orlando, de Virginia Woolf, la cantante catalana Núria Piferrer, que ya tiene seis discos en torno a un fado muy especial, puso ayer en pie al público que asistió al espectáculo “Névoa, Fado” en San Juan de los Caballeros, a través de la emoción de canciones como “Rasga o pasado”. Con referencias a la música brasileña y hasta española, también se pudo escuchar “Os argonautas”, de Caetano Veloso; o canciones de la canadiense Joni Mitchell, como “Both sides now”; el poema de Alfonsina Stor “Voy a dormir”, el último que escribió antes de decir adiós sumergiéndose en el mar del Plata, al igual que hiciera Virginia Woolf en las aguas del río Ouse; o una versión con aires jazzísticos de la copla “Tatuaje”, para hablar apasionadamente de esos amores perdidos que nunca se olvidan. La artista también interpretó “L’aigle noir”, que popularizara en catalán María del Mar Bonet, y terminó un concierto de una hora y cuarto con un fado conocidísimo “Uma casa portuguesa”, de Amalia Rodrigues y el “Fado dos beijos”.
Por otro lado, la Alhóndiga alberga durante el festival dos exposiciones sobre cine portugués. Una de las muestras recorre la historia del cine luso, mientras que la segunda está compuesta por 54 fotografías pertenecientes al archivo de la Cinemateca portuguesa-Museo del Cine. A pesar de la dificultad de reunir en una muestra toda la historia del cine portugués, están representadas todas las etapas, con material abundante del Cine Nuevo de los 60, y del período clásico, los años 30 y 40.
