Beatriz Escudero admitió que, al hacer balance de este año, «es momento de admitir mis errores y pedor disculpas». «Ha sido un año muy intenso, en el que he aprendido mucho; he estado tan centrada en intentar buscar soluciones tanto en el Ayuntamiento como en el Senado, que he descuidado otros aspectos de la actividad política, lo que sumado a intereses de terceras personas ha dado lugar a una crisis dentro del grupo, que ya está resuelta».
La portavoz del PP afirmó que ahora «somos un grupo fuerte, cohesionado y con ilusión», que a lo largo de este año ha presentado más de 50 mociones y más de cien preguntas «para intentar mejorar la ciudad», además de apoyar «muchas de las propuestas del equipo de Gobierno que hemos creido positivas y mantener el contacto con los ciudadanos».
En cuanto al equipo de Gobierno, Escudero afirmó que ha sido «el año del desenmascaramiento de Arahuetes, a quien echó en cara temas como la línea de autobús del casco histórico, sin funcionamiento durante cinco meses; los problemas en la calle Jerónimo de Aliaga; o las polémicas en las que se han visto envueltos miembros de su equipo, como Juan Cruz Aragoneses o Javier Arranz.
