Minuto 55 del partido que enfrentaba a la Gimnástica Segoviana con el Atlético Granadilla. Con el conjunto canario dominando al azulgrana, Santi Sedano decide hacer una sustitución, sentando a Dani Calleja, y dando entrada en el campo a Mariano. El ‘7’ gimnástico dio la razón a los que comenzaban a reclamarlo desde la grada, revolucionando el partido, marcando el gol que le dio la ventaja al equipo segoviano en la eliminatoria, y convirtiéndose en objetivo de las iras de los jugadores del Granadilla, que montaron una tangana tratando de calentar el encuentro de vuelta que se jugará en la ciudad tinerfeña.
Mariano quiso en todo momento quitar hierro al asunto, “porque yo también pensé en que el rival estaba tratando de calentar el partido de vuelta, sobre todo cuando vi que todos los jugadores del Granadilla se venían de esta manera a por mí. Pero no pasa nada, porque en partidos de tanta tensión como los de play off es normal que pasen estas cosas”.
La jugada de la polémica parte de una protesta de un jugador tinerfeño sobre una agresión del azulgrana, que reconoce que “le lancé la pierna, porque un segundo antes me había soltado un manotazo. Evidentemente él se queda con la patada, pero nada dice del manotazo. A partir de ese momento, pues pasa lo de siempre, muchas amenazas, un poco de “ya verás cuando vayas allí…”. No entré al trapo, porque tampoco era cuestión de caldear mucho más el ambiente. El partido ya había terminado”.
Lo cierto es que la entrada de Mariano al campo coincidió con el paso adelante que dio el equipo, aunque el delantero azulgrana se resta méritos, “porque sólo hice lo que me pidió el entrenador, presionar con insistencia a la defensa contraria, y que tratara de cambiar el signo del partido. Al final, logramos la victoria, que es lo importante”.
El triunfo se logró gracias a un gol suyo, en una acción en la que el principal mérito lo tuvo Rubén, que le asistió de manera perfecta, “en la que la clave estuvo en el primer toque. Cuando vi el pase de Roberto a Rubén corrí hacia el área pequeña pensando en que si Rubén trataba de controlar el balón en lugar de darlo de primeras, la oportunidad se iba a perder. Pero cuando mi compañero la dio de primeras, tenía claro que la ocasión iba a acabar en gol, porque llegaba con toda la ventaja”.
La experiencia que atesora el jugador azulgrana le hace ser muy cauto de cara al encuentro de vuelta, a pesar de la ventaja de 1-0 con la que parte la Segoviana, “pero es que esta ventaja no significa nada. Yo continúo pensando que la eliminatoria está al cincuenta por ciento. Lo único bueno del resultado es que dejamos nuestra portería a cero, por lo que si marcamos un gol allí, ellos se van a ver muy presionados”.
Por ello Mariano considera que el rival no saldrá a morir arriba desde el primer minuto, “sino que tratará de aprovechar las dimensiones de su terreno de juego para colgar balones y meternos atrás, sin necesidad de volverse locos. Necesitaremos estar muy concentrados en la faceta defensiva”.
Para el partido de vuelta, que se jugará el domingo a las 12 de la mañana (hora insular) en el campo Francisco Rubio de Granadilla, Mariano sólo desea “un árbitro que esté a la altura, y que sepa cortar el juego duro que pueda haber. Y si al final del partido ganamos nosotros, pues aguantaremos el chaparrón, porque habrá alguien enfadado por ahí. Y si ganan ellos, les daremos la mano y nos iremos a casa”.
El árbitro
En la tarde de ayer, la Federación Española dio a conocer el nombre del colegiado que dirigirá el encuentro, que será el sevillano Juan Peña Varela, que en la presente temporada ha dirigido un total de 12 partidos de los dos grupos andaluces de la Tercera División, con un balance de cuatro victorias locales, dos empates, y seis triunfos visitantes, mostrando un total de 59 tarjetas amarillas y una roja, con una media de amonestaciones inferior a las cinco tarjetas por partido.
