El verano agrava la falta de personal médico en la provincia, con el incremento de población en el medio rural durante el periodo estival y la escasez de facultativos. Así lo ponen de manifiesto el Sindicato Médico de Segovia y el Colegio de Médicos de Segovia, que en un comunicado conjunto explican que afrontan el verano “preocupados por las acumulaciones, las jubilaciones y los fallos del sistema informático”. Miguel Marina y Enrique Guilabert, presidentes de ambas entidades, respectivamente, creen que el reto es “recobrar la confianza que los pacientes tenían en los médicos”.
Con el inicio de las vacaciones de verano para muchos de los profesionales sanitarios de la provincia, comienza también, según manifiestan desde el Sindicato y el Colegio de Médicos, “el problema que cada año supone cuadrar sustituciones, manteniendo al mismo tiempo un nivel alto de atención a los pacientes; muchos de los cuales, además, tienden a desplazarse a los pueblos, incrementando así las listas de los consultorios rurales”. Hay que tener en cuenta que muchas localidades segovianas duplican y hasta cuadruplican su población durante los meses de verano.
Miguel Marina y Enrique Guilabert consideran que existen tres cuestiones fundamentales en relación a la época estival: “el siempre presente problema de las acumulaciones, las jubilaciones forzadas y los fallos del sistema informático en la Gerencia de Salud de Castilla y León (Sacyl)”, que como indica el doctor Marina, “han sido un problema de siempre; además de ser nosotros los últimos, no logran implantar programas que sean eficaces”.
Estos fallos, numerosos también desde la implantación de la receta informática, repercuten en el tiempo final que se dedica al paciente y que, según ambos presidentes, se ha visto mermado en los últimos tiempos. “Lo más importante es la relación médico-paciente”, apunta Guilabert, quien considera que es fundamental establecer vínculos “para poder llegar a un buen diagnóstico; si esta relación se ve perjudicada por cuestiones económicas, los médicos perdemos lo esencial”.
El presidente del Colegio de Médicos afirma además que lo imprescindible ahora “es recobrar esa ilusión y esa confianza que los pacientes depositaban en sus médicos”, subrayando que “se está gastando poco en recursos humanos y tecnologías, cuando un país desarrollado sabe que invirtiendo en salud invierte en progreso”.
jubilaciones De la misma opinión se muestra Miguel Marina, quien incide en que “la falta de tiempo va en detrimento de la educación sanitaria”, y destaca una sobrecarga de trabajo dentro de las consultas, además de distintos problemas en atención hospitalaria debido a las plantillas ajustadas. En este sentido, el doctor Marina pone sobre la mesa el tema de las jubilaciones forzadas a los 65 años, una medida que, en su opinión, “está haciendo que estos facultativos sean reemplazados por otros con contratos precarios y, sobre todo, estén siendo jubilados de manera indiscriminada, sin tener en cuenta que es gente que aporta conocimiento y experiencia, y que hay quienes están en proyectos de investigación y se les ha jubilado a mitad de estudio por el simple hecho de haber cumplido los 65 años”. Por su parte, Enrique Guilabert defiende que “cuando hay necesidades asistenciales y tienes profesionales cualificados llevando a cabo líneas de investigaciones, no puedes jubilarlo”. Ambos profesinales han expresado su deseo de que la bolsa de empleo cambie, “ya que en estos momentos el único criterio que existe para contratar es que alguien se haya apuntado antes o después”.
Aún teniendo en cuenta estos problemas, Marina reconoce que “el Hospital General de Segovia es uno de los más valorados en calidad asistencial, principalmente por la gran labor que ejercen los profesionales”, y afirma que el sindicato está “implicado en mantener la calidad asistencial al ciudadano”. Al igual que el doctor Guilabert, confía en que las cuestiones de las acumulaciones, los contratos precarios, la falta de previsión con las jubilaciones, las sobrecargas de trabajo tanto en las consultas hospitalarias como en los consultorios rurales o los fallos informáticos encuentren pronto una solución y terminen repercutiendo de forma positiva en el tiempo que médicos y pacientes comparten escuchándose y diagnosticando el problema.
