La Administración Obama reconoció ayer que está manteniendo una gran cantidad de registros telefónicos de al menos una compañía y defendió esta práctica calificándola de «una herramienta crítica a la hora de proteger al país de las amenazas terroristas contra Estados Unidos».
El reconocimiento se produce después de que el diario británico The Guardian publicara una orden judicial secreta relativa a los registros de millones de clientes de la empresa Verizon en su página web el pasado miércoles.
Un alto cargo de la Administración defendió que el mandato judicial se refiere solo a datos como el número telefónico o la duración de la llamada y no a las identidades de los clientes o el contenido de las mismas.
Esta clasificación «permite al personal de la lucha antiterrorista descubrir si criminales conocidos o presuntos han estado en contacto con otras personas que podrían estar implicadas en actividades ilícitas, particularmente personas localizadas dentro del país», justificó este responsable, que pidió no ser identificado.
La revelación genera nuevas preocupaciones sobre la gestión que el presidente Barack Obama está haciendo de la privacidad y la libertad de expresión. Su Administración ya está en el ojo del huracán por haber revisado las llamadas realizadas por los periodistas de la agencia Associated Press y los correos de un reportero de la cadena Fox en el marco de investigaciones sobre información gubernamental filtrada.
Según The Guardian, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense es la que está reuniendo los datos de millones de clientes de Verizon en virtud de una orden «alto secreto» emitida por el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Exterior. En la misma, se ordena a la empresa que entreguen datos electrónicos, incluido el registro de llamadas «de una forma diaria y continua» hasta que el mandamiento expire el 19 de julio de 2013.
La indicación obliga expresamente a Verizon a ofrecer tanto los registros de llamadas nacionales como las internacionales y prohíbe que se dé a conocer la existencia de esta decisión. Igualmente, abarca tanto las líneas fijas como las de telefonía móvil.
Este documento es la primera prueba concreta de que los servicios de Inteligencia de EEUU siguen con su campaña de vigilancia nacional que comenzó con el presidente George W. Bush y que generó una gran controversia cuando salió a la luz.
Verizon es la segunda mayor compañía telefónica de Estados Unidos por detrás de AT&T en términos de ingresos. La gran mayoría de sus operaciones en el extranjero proceden de su adquisición de MCI Communications, que también está incluida en la citada orden.
