El consejero de Sanidad rubricó ayer con los representantes sindicales el pacto que regulará el nuevo régimen de vacaciones y permisos del personal del Servicio de Salud de Castilla y León y que será aplicado en el futuro al resto de trabajadores de la Junta mediante un decreto. Dicho pacto, además de adecuarse a los recortes aprobados por el Gobierno, introduce criterios de flexibilidad y busca facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral.
Sáez Aguado anunció también que el pasado año se redujeron las sustituciones en la sanidad pública de la Comunidad un 40 por ciento en comparación con 2011. El descenso, según matizó, hubiera sido menor de no haberse incrementado la jornada laboral de los trabajadores de la Junta un siete por ciento, al pasar de las 35 horas semanales a las 37 y media.
La concentración de población en determinadas zonas básicas de salud, en el caso de la Atención Primaria, y el personal que trabaja a turnos en los hospitales, serán los dos principales criterios a la hora de realizar sustituciones en las próximas semanas.
Los sindicatos CESM, CSIF, UGT, USAE y CCOO han rubricado el nuevo pacto, que contempla que los 22 días hábiles de vacaciones retribuidas se podrán disfrutar en periodos fraccionados (7 de los 22 días) dentro del año natural y hasta el día 15 de enero del año siguiente, pudiéndose unir a permisos por asuntos particulares.
Las vacaciones podrán interrumpirse en caso de maternidad, permiso por paternidad o una situación de incapacidad temporal sobrevenida, pudiéndose disponer de los días no disfrutados en un periodo independiente.
Los representantes sindicales mostraron su satisfacción por el acuerdo y pidieron su aplicación inmediata, pero también denunciaron los recortes de derechos que vienen sufriendo los empleados de la sanidad pública desde el inicio de la crisis económica. Para el sindicato médico de Castilla y León (CESM), la «drástica» reducción de las sustituciones es preocupante y se trata de «un asunto que continúa encima de la mesa», mientras que desde el punto de vista del sindicato de auxiliares de enfermería y celadores (USAE), el pacto es «mejorable» y el objetivo no debe ser otro que recuperar los derechos «que teníamos antes de la crisis».
Satse se desmarca del acuerdo.- El Sindicato de Enfermería se negó a firmar el pacto al considerar que supone «mantener los recortes aplicados» al personal sanitario de la Comunidad, que están teniendo «una incidencia muy negativa».
A su juicio, el acuerdo «mantiene la eliminación de los días de permiso que se concedían por antigüedad a este personal, lo que afecta especialmente a los profesionales de mayor edad que trabajan en Sacyl, a la vez que se ha aumentado la jornada laboral y se han reducido las retribuciones con medidas como la eliminación de la paga extra y la congelación de la productividad».
El sindicato también apunta que no se compensa la eliminación de los días de libre disposición, algo que sí han hecho otras comunidades autónomas españolas. Concretamente, Asturias y Cantabria han realizado disminuciones de jornada y Aragón ha concedido días libres.
