El serbio Novak Djokovic se proclamó ayer campeón del torneo de Pekín, sobre pista dura y de categoría ATP 500, tras derrotar al español Rafa Nadal en dos sets (6-3 y 6-4), aunque el balear le arrebatará hoy el número uno del tenis mundial.
Después de 38 duelos enfrentados -el primero en una final de ATP 500-, el balcánico revalidó su título en la capital china y vengó en parte el asalto del mallorquín a la cabeza del ranking ATP . Por su parte, el español puso fin a una racha de 26 victorias consecutivas sobre cemento.
La agresividad de ‘Nole’, herido en su orgullo, quedó patente desde el salto a la pista de ambos contendientes. Intratable al servicio, el serbio logró quebrar el saque del manacorí en el segundo juego, suficiente para llevarse el primer set en 35 minutos.
En la segunda manga, Nadal cedía su servicio a las primeras de cambio, en el primer juego, y a pesar de mejorar sus prestaciones no fue capaz de conseguir un ‘break’ que le metiese en el partido, ante un rival que solo cedió seis puntos al saque y con un 71 por ciento de acierto en el primer servicio.
Con el 5-4 en el marcador y tres puntos de partido por delante, en el primero cerraba el duelo en una hora y 27 minutos y alzaba su cuarto título de la temporada tras el Open de Australia, Dubai y Montecarlo.
«Necesitaba esta victoria», respiró algo aliviado Djokovic, de 26 años. «Quería tener el trofeo en mis manos y ganar a Rafa Nadal, que ha sido hasta ahora el mejor jugador de 2013», añadió el serbio. «Es muy importante para mi confianza. Es realmente un premio mental y emocional para mí», indicó.
El español, que ganó en el torneo de Pekín en 2005 y el oro olímpico en la capital china en 2008, volverá hoy al ‘top’ de la lista mundial por primera vez desde el 27 de junio de 2011. «No encontré la manera de pararle. Ha sido una tarde muy dura para mí. Novak no me dejó desplegar mi mejor tenis y no pude jugar un buen partido. Además, él estuvo a un nivel muy alto con su servicio», comentó el balear.
«No he tenido ninguna oportunidad cuando me tocaba restar su saque. ‘Nole’ golpeaba las bolas muy bajas y he tenido mucha dificultad para darlas efecto. Además, fue capaz de devolver todas que le mandaba, y cuando esto te pasa con un jugador como Novak, estás acabado. No tienes ninguna posibilidad», concluyó. El campeón de 13 Grand Slam acumulaba 26 triunfos consecutivos en su superficie menos predilecta y más dañina para sus articulaciones.

