Con lo que he aprendido este año, creo que podría trabajar en cualquier gran superficie», asegura en broma Juanita, una de las 35 voluntarias que colaboran en el buen funcionamiento del economato, que se reparten las tareas de organización y gestión logística y económica de este peculiar establecimiento.
Aunque en un principio fueron las voluntarias del Movimiento Familiar Cristiano quienes se hicieron cargo de la atención de este servicio, el crecimiento exponencial de los beneficiarios ha hecho necesaria la incorporación de nuevos voluntarios, que ahora han creado una estructura perfectamente organizada para prestar el mejor servicio.
El economato abre sus puertas al público los lunes de 16,30 a 18,00 horas, los jueves de 10,00 a 14,00 horas y los viernes de 10,00 a 13,00 horas, lo que obliga a establecer turnos para que los distintos equipos asuman las responsabilidades de este servicio. «Unas nos encargamos de atender a la gente, otras de la organización de los pedidos diarios y otras de la gestión económica, de manera que no quedan cabos sueltos», afirma Juanita, que con un sencillo programa informático de gestión creado expresamente para este fin controla la compra mensual de cada beneficiario para que se ajuste al presupuesto marcado desde Cáritas diocesana.
Además, su labor se complementa con la del asesoramiento a las familias para racionalizar su compra, de manera que puedan llevar a sus hogares los elementos necesarios para garantizar una dieta saludable y equilibrada. «Nosotros les recomendamos o les sugerimos tal o cual producto si tienen niños pequeños o son muchos en casa -explica la voluntaria- siempre desde la experiencia que ya tenemos en este servicio, y lo que no hacemos es permitir que se lleven muchas unidades de un mismo producto o hagan compras poco racionales».
Desde Cáritas diocesana también se apoyan estas iniciativas, y a primeros del presente mes el Centro Intercultural «Asiri» puso en marcha un curso que bajo el título «Cocina para Economato» permite a los usuarios optimizar los recursos que obtienen en la tienda para elaborar menús atractivos y saludables. El curso ofrece la posibilidad de aprender a elaborar diferentes patos con un mismo producto, y en él participan hombres y mujeres de edades comprendidas entre los 25 y los 60 años.