Si el británico Andy Murray quiere ganar hoy su segundo título en el Miami y saltar al número dos del ‘ranking’ mundial, sabe que deberá sudar mucho ante el español David Ferrer. «Cuando juegas contra él, sabes que los puntos suelen ser muy físicos. Ferrer tiene una gran actitud en la cancha, pelea por todos los puntos», indicó el británico, que prácticamente jugará en su casa, pues se entrena parte del año en esa misma cancha central de Crandon Park donde se disputará el choque.
El alicantino, que busca su segundo Masters 1.000 tras el logrado en París el año pasado, saltará al cuarto lugar pase lo que pase en la final al superar a su compatriota Rafa Nadal. «Se merece estar en el cuarto puesto por su consistencia. En los últimos años empezó a jugar bien en los grandes eventos. Por eso está ahí, será un partido duro», reconoció el escocés.
Ferrer da como favorito a Murray, uno de los «cuatro fantásticos» que marcan la diferencia. «Tiene mucho talento, se mueve muy bien y es uno de los más rápidos. Tendré que ser muy agresivo, sobre todo con mi derecha y conseguir un buen porcentaje de primeros servicios».
«Tendré que hacer todo bien», agregó el jugador que busca ser el primer español en triunfar en Miami, donde podría levantar su tercer trofeo de un año en el que nadie ganó más partidos, lo que le valió para conseguir los títulos en Auckland y Buenos Aires.
Ferrer nunca ha ganado a un ‘top 4’ en las 12 finales que disputó ante los cuatro jugadores que le preceden, algo con lo que busca terminar hoy como regalo por los 31 años que cumple el martes.
«Tanto Murray, como Djokovic, Federer y Nadal son cuatro números uno. En cualquier otra época se hubieran mantenido en el uno si no hubieran coincidido los cuatro», indicó el de Jávea.
Para ello deberá lograr algo que no ha conseguido aún: ganar a Murray en pista dura, ya que los cinco triunfos del español en los 11 duelos previos fueron sobre tierra batida.
Miami, pese a las ausencias de Nadal y Federer, supone un peldaño más que los títulos conquistados en 2013 por David Ferrer, que ha dado un salto de calidad en las últimas temporadas según entraba en la treintena, donde ha encontrado «experiencia, madurez y tranquilidad».
«Disfruto mucho más jugando tenis que cuando era joven», admite. «Si pierdo un partido, lo llevo mejor, estoy bastante más tranquilo en ese aspecto», añadió. «Creo que todos los tenistas somos unos privilegiados. Me gusta competir, es un trabajo que me gusta», afirma satisfecho mientras corre a firmar autógrafos, como le dicta la agenda, obediente casi siempre con las jerarquías.
