El campus María Zambrano reducirá el próximo curso el número de sedes repartidas por la ciudad, siguiendo el objetivo de evitar la dispersión y concentrar al máximo la actividad en torno al edificio ubicado en la plaza Alto de los Leones, donde se encuentra el aulario principal y la biblioteca universitaria, y a la antigua Escuela de Magisterio, con el salón de actos.
El próximo paso será dejar las salas de Mahonías. En las dependencias cedidas durante años por Caja Segovia se impartieron los estudios de Publicidad y Relaciones Públicas y el pasado curso aún albergaron laboratorios, despachos y aulas. El traslado finalizará en el mes de julio. Según la estimación del vicerrector José Vicente Álvarez Bravo “en dos semanas abandonamos Mahonías”, si bien reconoce que de forma puntual tendrán que usar un laboratorio de locución.
A lo largo de los últimos meses se han ejecutado obras de adaptación en espacios del edificio central del campus levantado en la plaza Alto de los Leones para recibir las actividades que se realizaban en Mahonías. Unos habitáculos destinados a ser almacenes se han convertido en el plató de televisión para la realización de prácticas, el aula 110 se ha transformado en laboratorio de audiovisuales, con equipos de edición, y en consecuencia ha sido necesario adaptar una sala de la biblioteca, destinada a consultas a través de internet, para impartir allí clases el próximo curso.
“Estamos aprovechando al máximo los espacios que tenemos en el nuevo edificio, pero ya hemos tocado techo y no nos quedan más alternativas salvo que quitemos las calderas y nos metamos allí” dice con ironía Álvarez Bravo. De esta forma reconoce que el próximo curso aún se verán obligados a enviar grupos de estudiantes a las aulas de Santa Eulalia, sede satélite que se mantendrá también con despachos de profesores. La mayor parte de los despachos de tutoría continuarán en la antigua escuela de Magisterio, ubicada en la plaza de Colmenares.
