El corredor alemán Marcel Kittel, del Argos-Shimano, sumó ayer su segundo triunfo en el Tour tras batir al sprint en la décima etapa, disputada entre Saint Gildas des Bois y Saint Malo sobre 197 kilómetros, a su compatriota Andre Greipel (Lotto) y al británico Mark Cavendish (Omega Pharma).
El vencedor se convirtió así en el ‘rey de las llegadas’ en esta ronda del centenario con otra victoria que añadir a la de la primera jornada en Bastia, al enseñar la rueda a Greipel y a Cavendish, quien se llevó por delante al gregario de Kittel, Tom Veelers, en los últimos 200 metros, y no le dio tiempo para remontar al binomio germano.
Tras la primera de las dos jornadas de descanso, el pelotón se tomó un respiro y permitió la fuga de cinco aventureros, David Cousin (Europcar), Lieuwe Westra (Vacansoleil) y Julien Simon (Sojasun) y los ciclistas españoles Juanjo Oroz (Euskaltel) y Luis Maté, que llegaron a contar con diferencias cercanas a los cinco minutos.
Cuatro de ellos, todos excepto Westra, alargaron su osadía hasta los últimos kilómetros de la jornada, cuando fueron neutralizados por un pelotón en el que el Omega Pharma, el Lotto y el Argos-Shimano mantuvieron un pulso por hacerse definitivamente con la cabeza para lanzar a sus hombres más fuertes y jugarse el triunfo.
Greipel arrancó demasiado pronto, sus piernas se quedaron sin oxígeno a tan solo 150 kilómetros de la pancarta en Saint Malo y Kittel, con Cavendish demasiado atrás chocando con Veelers, le mostró la rueda para demostrarle que, por ahora, es el mejor velocista del Tour del centenario.
El británico Chris Froome conservó sin sobresaltos el maillot amarillo en la víspera de la undécima etapa, una crono de 33 kilómetros entre Avranches y Mont Saint Michel. Los españoles Alejandro Valverde (Movistar) y Alberto Contador (Saxo-Tinkoff) esperan minimizar la pérdida de tiempo respecto al líder del Sky.
Por otro lado, a la conclusión de la jornada, Contador analizó sus opciones de cara a la contrarreloj. «Va a ser muy dura y habrá que dar lo mejor de uno mismo. El objetivo es minimizar las diferencias y ver después la táctica a seguir», precisó.
