El Real Madrid recuperó ayer su mejor imagen futbolística y aplastó por 5-0 al Valencia, para reducir la distancia con el Barcelona.
El equipo dirigido por José Mourinho disputó su mejor partido de la temporada en la competición doméstica y recordó a la versión con la que se consagró como campeón con récord de puntos durante la temporada pasada.
Así, redujo a 15 la distancia con el conjunto azulgrana, que el pasado sábado cayó contra la Real Sociedad, y mantuvo la diferencia de siete puntos con el Atlético, segundo clasificado, que ayer ganó al Levante.
Una ráfaga de cinco goles en los primeros 45 minutos fueron suficientes para trazar una diferencia abismal entre los dos equipos y para confirmar la segunda victoria ‘merengue’ sobre el Valencia en cinco días. El cuadro de Chamartín ganó también el pasado martes en la ida de los cuartos de final de la Copa, y ambos equipos disputarán el último capítulo de la trilogía este miércoles, nuevamente en el feudo blanquinegro.
El Real Madrid construyó la goleada con su arma más letal: el contraataque. Recuperó la magia del mejor Ángel Di María, el olfato constante de Gonzalo Higuaín y mantuvo la constancia anotadora de su estrella Cristiano Ronaldo.
La equivalencia en el juego duró apenas ocho minutos: el ‘Pipita’ Higuaín, que erró un gol insólito a los seis minutos, tuvo su revancha un instante después, cuando recibió una asistencia de Di María en absoluta soledad y definió con solidez ante un Andrés Guardado totalmente desesperado.
El equipo de Ernesto Valverde, que estaba sancionado, trató de recuperar la paridad hasta la media hora, pero luego vino el aluvión goleador de los visitantes. Di María amplió la ventaja (34 minutos), después de una asistencia de lujo de Cristiano dentro del área; poco después, el propio Cristiano terminaría de sepultar las esperanzas de los aficionados locales con dos goles dignos de un artillero nato dentro del área.
La sentencia se produjo en el último minuto de la primera mitad, cuando Mesut Özil le dio un pase mágico en profundidad y el argentino definió con clase ante la salida de Diego Alves.
Tanto Di María, como Cristiano, que recibieron llamadas de atención en el vestuario por parte Mourinho en los últimos días, parecen haber sentido tocado el orgullo y respondieron con su mejor versión en Mestalla.
La segunda parte fue un mero trámite para alcanzar los 90 minutos. El entrenador ‘merengue’ dio descanso a los tres integrantes del centro del campo, mientras que el conjunto ‘ché’ intentó en vano marcar el gol del orgullo.
Ambos combinados volverán a verse las caras el miércoles. La duda está en si el Valencia podrá plantar cara ante un adversario que demostró que está a años luz de distancia.
