El Unami consiguió sumar un punto (1-1) frente al Real Ávila que sabe bueno, teniendo en cuenta la entidad del rival, pero que también deja un regusto amargo en el equipo segoviano, ya que después de encajar el 0-1 consiguieron encerrar a los abulenses y disfrutaron de oportunidades para llevarse el triunfo.
Una lista de ocasiones que se sucedieron hasta los últimos segundos, ya que los locales reclamaron un penalti por mano de Cabrera dentro del área justo antes de que el árbitro señalara el final del partido.
El entrenador segoviano Tito Domingo dispuso sobre el campo un once inicial inédito, con Roberto bajo palos y una apuesta decidida por el ataque, dejando a Chechu como enlace entre la defensa y el centro del campo, y situando delante a cinco hombres de corte ofensivo como Mario por la banda izquierda, Lastri por la derecha; Morales y Quino en el centro; y Juanlu como referencia en la punta del ataque.
Este planteamiento de 4-1-4-1 demostró que el Unami afrontaba este encuentro sin complejos, como así se pudo ver en los primeros minutos del partido, con un equipo local descarado, combinando con criterio y buscando la velocidad de sus extremos.
Por su parte, el Real Ávila llegó al área rival a través de tres jugadas a balón parado –una falta lateral, un saque de esquina y otra falta lejana–, bien despejadas por la defensa azul.
Pasado el cuarto de hora, la situación enloqueció un poco, con incontables pelotazos en la zona del centro del campo, los cuales hicieron que el encuentro se enrareciera.
Y es que, según pasaban los minutos, el partido se volvió más pesado, sin ocasiones, salvando la del Real Ávila –la más clara hasta entonces– en el minuto 23. La jugada nació de una apertura hacia la derecha y acabó con un remate raso del delantero Iván Vila, que fue detenido por Roberto.
La respuesta del Unami se hizo esperar 5 minutos, con un balón cedido por Mario a Lastri, que el veloz extremo segoviano no pudo llegar a rematar a puerta, ya que llegó antes a despejar la defensa.
Poco antes, el lateral Quique, lesionado, tuvo que ser sustituido por Maroto. La mala suerte se cebó con los segovianos, ya que Pocho sufrió un golpe en la nariz, si bien afortunadamente pudo seguir jugando poco después.
Con tanta interrupción y balones divididos era normal que se vieran tan pocas ocasiones. Chechu tuvo la penúltima antes del descanso, con un tiro mordido desde la frontal del área, que acabó en las manos de Pindado; al igual que sucedió con la última oportunidad de este período, solo que esta vez el remate fue de Quino, que lo intentó con un disparo colocado.
En el minuto 1 de la reanudación los azules tuvieron una oportunidad muy clara con el pase de tacón de Quino hacia la entrada de Juanlu al área. Pero el remate final del delantero local fue demasiado flojo.
Pero el gol iba a llegar poco después de manos de Chiqui para el Real Ávila, con un remate de cabeza del segoviano, libre de marca y llegando desde atrás, que batió por arriba a Roberto alojando el balón por la escuadra contraria.
El Unami no se vino abajo tras el 0-1, y se fue a por el empate. Y lo tuvieron cerca Mario, con un tiro desde fuera del área; y, después, Juanlu, si bien la jugada fue anulada por fuera de juego. A continuación, el mismo Juanlu dispuso de una falta, que detuvo Pindado.
Los azules cada vez estaban más cerca del gol, encerrando atrás al rival, pero los abulenses no se lo pusieron nada fácil, con su poderío defensivo.
Pero los encarnados mantenían el peligro latente al contragolpe, como el que terminó con un disparo desde la frontal, completamente solo, que le botó mal y le salió demasiado alto.
Fue tanto el ahínco con el que el Unami buscó el empate, que al final lo consiguió gracias a una buena jugada de Quino por la derecha, que ganó la línea de fondo y centró atrás un balón que remató cruzado Morales, en el 71.
Y tres minutos después, el autor del 1-1 tuvo en su cabeza el que podía haber sido un golazo. La jugada nació en un contragolpe que recogió Juanlu desde la izquierda, ganó metros, y centró bombeado hacia la entrada desde atrás de Morales, que se lanzó en plancha y remató demasiado alto.
Con el partido completamente roto, se vivieron unos minutos finales muy emocionantes, en los que pudieron marcar los locales por medio de Laruso, en el 83; de Álex, en el tiempo de añadido, con un remate tras un saque de esquina, que se marchó demasiado cruzado desde el primer palo; y, para terminar, con el penalti que no fue pitado.
