Javier Gila, presidente de AIDA, presentará mañana viernes, a las siete de la tarde, en la librería solidaria de la asociación (Marqués del Arco, 26), los resultados del proyectos de huertas comunitarias gestionadas por mujeres que mantienen desde hace más de un año en Cambadjú, en la frontera entre Guinea Bissau y Senegal, y que ya está tocando a su fin.
El proyecto, que echó a andar hace 16 meses, ha permitido la puesta en marcha de siete nuevas huertas que están mejorando la alimentación y calidad de vida de más de 750 familias en Cambadjú. Durante la ejecución del proyecto, financiado por la Junta de Castilla y León, AIDA ha realizado además una campaña de sensibilización en varios colegios de Segovia.
La zona en la que se desarrolla el proyecto es un área de pobreza extrema que provoca un alto índice de emigración. Las mujeres de la comunidad son las responsables del mantenimiento de la familia y su principal actividad es el cultivo de la tierra. Su trabajo no es sencillo ya que no cuentan con herramientas adecuadas ni formación en técnicas hortícolas. La falta de agua en las épocas de sequía y la presencia de ganado sin control que acaba con los pocos cultivos existentes, unidos al escaso reconocimiento del papel de la mujer, complican el panorama.
AIDA ha trabajado en colaboración con la Asociación de Jóvenes para la Promoción de la Paz y la Cooperación Transfronteriza (AJDCT), y con el apoyo económico de la Junta de Castilla y León han podido construir y poner en producción siete huertas (vallados, pozos de agua, almacenes, aperos de labranza, semillas, insecticidas y herbicidas de origen natural), formar y apoyar a 600 mujeres para que puedan gestionarlas, mejorar la dieta familiar y crear una estructura de comercialización para los excedentes de producción.
