Todo indica que la Policía tenía muy claro desde el primer momento que la autoría del trágico crimen de la niña Asunta, que apareció muerta en una pista forestal de Teo (La Coruña) y que hoy hubiese cumplido 13 años, era obra de sus padres, que han ingresado en prisión acusados de homicidio. Al menos, eso es lo indican sus propias «incoherencias», según explicó ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, que pidió «no especular demasiado» y «esperar a ver qué pasa» con el caso.
El político valoró que los agentes «tienen un muy buen olfato» y, «desde el primer momento, les parecieron un poco incoherentes las versiones que escuchaban de los padres», por ello pidió «dejar trabajar» a los profesionales.
Asimismo, aseguró que la Delegación «no tiene más información» del caso debido al secreto de sumario decretado, y se procura, a través de la Guardia Civil, «asistir al juez en todo lo que pide».
En este sentido, llamó a todos a esperar a las pruebas que «se están practicando en laboratorios» para aportar luz sobre el caso, que aguarda «se resuelvan los más rápido posible».
Al respecto, remarcó que «los casos de este tipo, sobre todo si involucran a menores, son especialmente difíciles de abordar y de tratar», de forma que emplaza a «no especular demasiado».
En cuanto a las pesquisas judiciales, el magistrado encargado del caso de la menor fallecida podría volver a llamar a declarar a los padres de la niña como «algo esperable a lo largo de la instrucción», después de haber sido enviados a prisión acusados de homicidio, una imputación que podría ser modificada por la de asesinato según los hallazgos que revelen los resultados del laboratorio de toxicología.
Según fuentes próximas al caso, «es normal» y «lógico» que el magistrado pueda llamar a testificar de nuevo a los padres de Asunta, Alfonso Basterra y Rosario Porto, para aclarar dudas sobre un caso del que ayer se cumplía una semana desde que apareció el cadáver de la menor, y que actualmente tiene como mayor incógnita el móvil que motivo la tragedia.
Estas mismas fuentes explicaron que ahora mismo se desconoce cuándo puede volver a llamar el togado otra vez a declarar a los acusados, ya que «no hay fecha concreta», pues «puede ser tanto la semana que viene» como, «igual, dentro de seis meses».
Los padres de Asunta están recluidos en la cárcel de Teixeiro desde el pasado viernes bajo protocolo de prevención de suicidios para evitar que se lesionen.
En cuanto a las pesquisas y sospechas policiales, los datos objetivos arrojan que sobre la 01,30 horas del domingo 22 de septiembre, el cuerpo de la niña fue localizado en una pista forestal de Cacheiras, en el municipio de Teo, a unos cuatros kilómetros de Montouto, donde la madre posee una casa que heredó de sus padres, propiedad que el pasado miércoles fue sometida a un registro en profundidad. En este inmueble, entre otras pruebas, se recogió una cuerda naranja similar a la hallada donde apareció el cuerpo.
Los investigadores no creen, además, la versión dada por la madre, desmontada con el hallazgo de imágenes en las que se la puede ver en su coche acompañada por su hija en dirección a Teo en una franja horaria en la que, según su testimonio, no estaban juntas.
