El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, rompió ayer su tradicional silencio para negar que los capitanes del equipo le hayan dado un ultimátum sobre su entrenador, José Mourinho, aunque desaprovechó una de sus escasas apariciones públicas para mostrar su apoyo al portugués.
«Ante la gravedad de lo ocurrido, rompo mi norma de no hablar del día a día de mi club. Es rotundamente falso que en la comida con los capitanes se plantease ningún tipo de ultimátum ni nada que se parezca», zanjó el dirigente. Pérez compareció ante los medios debido a la información publicada ayer por el diario Marca que aseguró que Íker Casillas y Sergio Ramos «lanzaron un órdago» al presidente durante una reunión mantenida el martes, al exigirle que escogiese entre el técnico luso o los jugadores.
«Recurrir a la mentira para desestabilizar al club y al equipo no me parece ético. Lo publicado es simplemente mentira», reiteró Pérez, acompañado por parte de la cúpula directiva.
Además, el empresario explicó el objetivo de la reunión: «El único fin del encuentro era acordar las primas de las competiciones y se desarrolló en un clima magnífico y con actitud de responsabilidad por parte de los capitanes».
«A mí nadie me ha llamado, ni al director general aquí presente. No han contacto con nadie para contrastar las versiones. Es muy grave», apuntó el dirigente. «Éramos cuatro personas. Ustedes tienen un código que es el de contrastar. Al que nos hubiera llamado le hubiéramos dicho que era mentira. Sé que es dura mi intervención, pero todo tiene un límite, que es cuando se pasa la ética y afecta a la institución», señaló el máximo mandatario blanco.
Sin embargo, en su contundente aparición pública, el presidente no defendió la figura de Mourinho, algo que hizo en el pasado, ni quiso entrar a valorar los temas internos de un equipo azotado por la polémica cada semana.
«No sé si me explico bien, pero solo voy a hablar de esto», respondió al ser cuestionado sobre la continuidad del luso.
Mientras, Íker Casillas y Sergio Ramos negaron también haber planteado «ningún tipo de ultimátum» al presidente sobre la figura de José Mourinho, al que deben guardar «máximo respeto», y rechazaron el uso de sus nombres o de cualquier miembro de la plantilla para «avalar» lo que califican como «información falsa en su totalidad».
Además, ambos reclamaron la unidad del madridismo para alcanzar los próximos retos.
Casillas, hasta dos meses fuera.- El portero y capitán del Real Madrid, Íker Casillas, sufre una fractura en la base del primer metacarpiano de la mano izquierda, que se produjo el pasado miércoles en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Valencia. Aunque el club solo confirmó la lesión, y no entró a valorar el tiempo de recuperación ni el tratamiento a seguir, diversos medios aseguraron que el guardameta será operado hoy y, en principio, estará de seis a ocho semanas de baja. De hecho, Alfonso del Corral, exjefe de los servicios médicos de la entidad blanca, aseguró que, lo normal, es que este percance deje al portero fuera de los terrenos de juegos unos dos meses. «Menos es muy complicado. Un guardameta de fútbol, que tiene que caer sobre esa mano y recibir disparos a más de 100 kilómetros por hora, debe tener los huesos consolidados y sin ningún tipo de inseguridad», explicó el doctor. De esta forma, parece que el objetivo de los médicos y del club es que el portero se recupere para la ida de octavos de la Champions ante el Manchester United, que se juega el 13 de febrero.
