Ecologistas en Acción (EA) se ha dirigido a la Comisión Territorial de Urbanismo de Segovia para solicitar que se declare como ‘Suelo Rústico con Protección Natural’ el paraje de El Llano Amarillo, un espacio que forma parte de los Montes de Valsaín, propiedad del Organismo Autónomo Parques Nacionales, que está incluido en el ámbito de aplicación del Plan de Recuperación del Águila Imperial Ibérica en Castilla y León.
Los ecologistas recuerdan que la Ley de Montes de la Comunidad dispone que los terrenos que pertenecen a los Montes de Utilidad Pública de la Región, como es el caso El Llano, sean clasificados bajo esa figura en los planes urbanísticos, según informó Europa Press.
El entorno es un área abierta ubicada en las cercanías del antiguo campamento de las Milicias Universitarias de El Robledo, utilizado para realizar prácticas y ejercicios militares entre 1942 y 1972.
Actualmente este espacio está catalogado como Monte de Utilidad Pública (MUP) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). En 2002, según explica EA, la Junta elaboró un informe en el que se alertaba de que esta zona podría tener un papel importante como área de caza y campeo del águila imperial, además de constituir el territorio de cría y alimentación de muchas especies menores.
Un estudio realizado recientemente por el biólogo Miguel Ángel Hernández confirma que el área posee un elevado valor ecológico y que juega un papel vital para algunas especies de aves, entre ellas el águila imperial ibérica y el milano real, ambas declaradas en peligro de extinción.
La investigación constata que El Llano acoge una abundante población de conejo silvestre, presa principal del águila imperial, y que esta población prospera debido a una conjunción de circunstancias singulares, como el carácter abierto del terreno, la ausencia de carga ganadera y la ausencia de caza.
En 1981 la mayor parte del paraje fue clasificada como urbanizable a pesar de encontrarse a varios kilómetros del casco urbano del Real Sitio de San Ildefonso, al que pertenece el término. Sin embargo, desde entonces la zona ha permanecido inalterada. Al elaborar el nuevo Plan General de Urbanismo, según indican los ecologistas, el Ayuntamiento decidió catalogarlo como suelo industrial pese a que la normativa, a su juicio, exige que sea rústico y con protección.