David Ferrer resultó ayer vencedor del duelo entre españoles en los cuartos de final del Abierto de Australia, después de derrotar en un emocionante encuentro a Nicolás Almagro, que tuvo en su poder la victoria, pero el alicantino, fiel a su costumbre, no se rindió y remontó para imponerse por 4-6, 4-6, 7-5, 7-6 y 6-2.
El de Jávea demostró esa fortaleza mental que le caracteriza para batir a un rival que se lo puso muy difícil, pero al que le falló algo de experiencia para meterse por primera vez en su carrera en las semifinales de un ‘Grand Slam’.
Y es que al murciano le falló su mejor arma, el saque, en el momento menos adecuado. Hasta en tres ocasiones sacó para ganar el partido, una en el tercer set y en dos ocasiones en el cuarto, pero los nervios, quizás, y su indomable compañero fueron obstáculos insalvables.
Para Ferrer, que se medirá ahora al serbio Novak Djokovic, fue el premio de sus segundas semifinales en el Abierto de Australia tras las conseguidas en 2011, con derrota ante Andy Murray, y de hacerlo, además, entrando en el selecto club de las 500 victorias.
El duelo comenzó con la mejor versión de Almagro, fino con el servicio, con el que no daba concesiones a un peligroso restador como el alicantino, y demoledor con su revés, con el que hizo mucho daño a su oponente.
El panorama no cambió demasiado en el segundo parcial. El número cinco del mundo intentó contener a su adversario, pero no lo logró y volvió a perder su saque de forma letal para verse con pie y medio fuera de Melbourne Park. La situación se agravó en el tercero, porque Almagro no aflojó y se colocó 5-4 y saque para sentenciar. Sin embargo, aparecieron los nervios y, aunque salvó dos bolas de ‘break’, finalmente encajó tres juegos seguidos para dar vida a su compatriota.
Nico no acusó el golpe y también demostró cierta fortaleza mental. Ferrer continuó sin poder imponer su tenis y se vio nuevamente abocado otra vez al peligro de quedar eliminado. Nuevo 5-4 y servicio para Almagro, que no supo aprovechar, para posteriormente, tener idéntico panorama con 6-5 y también tirarlo al limbo.
El alicantino, que curiosamente superó en ‘aces’ a un sacador como el décimo favorito (16 por 15), no perdonó en la ‘muerte súbita’ y, ‘ayudado’ por alguna molestia muscular del murciano, arrolló en el quinto y definitivo parcial, el más desequilibrado del encuentro para disputar las quintas semifinales de un ‘grande’ en su carrera.
Mañana, el español tendrá enfrente al serbio Novak Djokovic, número uno mundial, que dio un paso más en su búsqueda de un cuarto título del Abierto de Australia tras derrotar al checo Tomas Berdych por 6-1, 4-6, 6-1 y 6-4.
El tenista balcánico, que el pasado domingo necesitó cinco mangas para doblegar en octavos al suizo Stanislas Wawrinka, elogió el trabajo del alicantino e indicó que deberá ser muy agresivo.
«Ferrer es un gran competidor y tiene mucho respeto por parte de todos los jugadores. Tengo que ser muy agresivo en la pista, intervenir y tratar de tener el control del partido, de lo contrario él tiene su propio ritmo y es muy peligroso», sentenció Djokovic.
