El Barcelona espantó el fantasma de la falta de gol, aunque no tanto el del mal juego, y consiguió una inyección de moral para el decisivo choque de Liga de Campeones del próximo martes ante el Milan tras ganar ayer al Deportivo de la Coruña, que se hunde aún más en el descenso.
Con el equipo inmerso de lleno en una racha de malos resultados y con la cabeza puesta en el trascendental partido de Champions, Roura decidió reservar a titulares indiscutibles como Messi, Xavi, Iniesta o Busquets. Además, tampoco jugó Valdés, sancionado con cuatro partidos tras la derrota en el Bernabéu de la pasada semana, en la que perdió los papeles ante el árbitro.
En los primeros compases de juego, el cuadro local no tuvo ningún problema para crearle peligro al conjunto gallego con su mejor arma: la posesión. El equipo coruñés tampoco puso ningún impedimento y en el minuto 15 tuvo el primer problema serio cuando Tello se plantó en el área y obligó a Aranzubia a lucirse para evitar el primer gol del partido.
El Barcelona volvió a convertir el Camp Nou en un rondo gigante y el Depor se plantó atrás con dos líneas muy juntas para intentar sorprender a la contra. Los azulgranas tuvieron muchas ocasiones, pero quizá la más clara fue una en la que Villa dibujó a la perfección el momento en el que se encuentra la plantilla. Tello metió un pase perfecto entre líneas y al delantero se le apagó la luz en el punto de penalti.
La certera puntería, la confianza, los pases perfectos y los goles que antes entraban sin esfuerzo, parecen ahora recuerdos de otro equipo. Pero en el minuto 38 llegó el tanto de Alexis, que remató un centro de Alves. Buen gol que allanó el camino del líder.
Con el marcador a favor y más de un 70 por ciento de posesión de balón, el Barcelona no tuvo ningún problema en la segunda mitad. Hacia el minuto 70, Roura introdujo cambios para dar minutos a los titulares que se habían quedado en el banquillo. Entraron Messi, Busquets e Iniesta y el Barça mejoró en la velocidad de la circulación de balón.
Antes del final, el argentino quiso dejar su firma en el partido y marcó una diana de mucha clase. El argentino recibió el balón de Iniesta, realizó una pared vertiginosa con Alexis y culminó con un suave toque para picar la pelota ante la salida de Aranzubia. Con este gol suma ya 17 jornadas consecutivas marcando y acumula 39 tantos en Liga en 28 partidos.
De esta forma, el cuadro ‘culé’ venció, pero no acabó de convencer de cara al martes.
