El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, compareció ayer ante el pleno del Congreso para informar de los acuerdos alcanzados en las dos últimas cumbres europeas, y especialmente la de la pasada semana, y aunque mostró su «satisfacción» tras el Consejo Europeo de los días 27 y 28 de junio, ya que sirvió para poner el foco en las prioridades de España -financiación a pymes, empleo juvenil y unión bancaria-, admitió que lo aprobado en la UE «está lejos de ser lo que reclaman los problemas que padece la economía patria».
El jefe del Gabinete recalcó que «está más satisfecho que en otras ocasiones», ya que en Bruselas se discutieron cuestiones «esenciales» para la nación y se llegaron a pactos «tangibles» para España, como los casi 2.000 millones de euros que se destinarán al impulso del empleo juvenil para los años 2014 y 2015.
«Es importante», confesó, «la transformación de la agenda» en Bruselas, si bien subrayó también que todos los acuerdos que se alcancen «pueden y deben hacerse mucho más rápido, porque el ritmo continental es, a veces, demasiado lento».
El líder popular aseveró que «deben aumentar» los fondos europeos para la lucha contra el desempleo juvenil aprobados en el último Consejo Europeo, que ya no se repartirán en siete años, sino en dos -casi 2.000 millones para España para 2014 y 2015-, y aseguró que seguirá «dando la batalla en el futuro».
Así se defendió de las críticas de la mayoría de los grupos políticos en el pleno de los diputados, que consideraron insuficientes y que le instaron a explicar los criterios y los plazos que maneja el Gobierno para ponerlos en marcha.
En este sentido, aunque admitió que las cifras adjudicadas «pueden ser tímidas», puso en valor que «antes se iban a gastar esos recursos en siete años y aún antes había cero millones que no se iban a desembolsar en ningún momento». Por otro lado, coincidiendo con el anuncio del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, de que la UE mandará un equipo a España para ayudar en la implementación de las ayudas para el empleo juvenil, Rajoy respondió a las preguntas de los grupos sobre los criterios que seguirá el Gobierno para repartir.
Al respecto, el presidente no se opuso a que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, compareciese ante la Cámara Baja para exponerlos, pero indicó que el argumento debe ser el que permita que «a la mayor rapidez se cree empleo juvenil». Más allá, aseguró que «no hay condicionamientos nuevos» desde la UE a la hora del empleo de estas ayudas, por lo que se procederá a presentar el correspondiente plan de trabajo ante el Congreso antes de remitirlo a Bruselas, como en el caso del resto de los fondos europeos.
Dicho esto, coincidió con algunos de los grupos en que este empujón de la UE «evidentemente no es la solución» al desempleo, sino que éste depende del crecimiento, en el que está empleando toda la «política integral» del Gobierno en materia económica. «Esto son medidas microeconómicas, lo otro es una política concreta», añadió.
Por otro lado, Rajoy se defendió de las críticas referidas a que el Consejo Europeo solo sirvió para volver a confirmar las políticas que conducen al supuesto austericidio. Para ello, comenzó agradeciendo el pacto alcanzado con el PSOE antes de acudir a la cumbre para defender una posición común en relación a cuestiones como la unión bancaria o la unión fiscal. «Considero muy necesario, positivo e importante que una gran mayoría de la cámara esté de acuerdo en lo que debe ser la Europa del futuro», agregó.
Posteriormente, insistió en que la agenda de temas en la UE cambió desde la cumbre de 2012, en la que «solo se hablaba de pacto fiscal y de requisitos para reducir el déficit».
