La Comisión Europea avanzó ayer que creía que España ha incumplido el objetivo comprometido con la UE de reducir el déficit hasta el 6,3% del PIB (excluyendo el coste de las ayudas bancarias) en 2012, debido, sobre todo, a la desviación en la Seguridad Social por las pensiones
Pese a ello, el responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ya anunció que no pedirá al Gobierno de Mariano Rajoy ajustes adicionales para este año. Además, ha abierto la puerta a dar a España más tiempo para reducir su déficit excesivo cuando se publiquen las previsiones económicas de invierno de Bruselas, el 22 de febrero.
«El objetivo de déficit de 2012 probablemente no se alcanzará», señala el Ejecutivo comunitario en el informe en que evalúa si España cumple las condiciones del rescate bancario que se publicaron ayer.
No obstante, Bruselas cree que el objetivo del 1,5% para las autonomías «puede estar todavía al alcance de la mano a nivel regional en su conjunto», aunque avisa de que «los riesgos son sustanciales y varias regiones superarán probablemente su objetivo».
La reciente decisión de no actualizar las pensiones de acuerdo con el IPC significará un ahorro del 0,2% del PIB. «Aún así, el sistema de la Seguridad Social registrará un débito superior la 1%, debido a las menores contribuciones sociales y mayores transferencias», señala el texto.
La respuesta al informe de la Comisión por parte del titular de Economía, Luis de Guindos, no se hizo esperar. El ministro auguró que los datos definitivos serán «positivos» y demostrarán que se ha revertido la situación de descontrol de años anteriores, aunque evitó concretar ninguna cifra.
«Los resultados que vamos a tener en 2012 van a indicar claramente que se ha revertido una situación en la cual el déficit público estaba sin control y eso es fundamental desde el punto de vista de la confianza en España y de la recuperación de la credibilidad de la política económica nacional», sostuvo el político.
Al ser preguntado por si prevé que Bruselas dé más tiempo a España para corregir su déficit excesivo, Guindos señaló que «el Gobierno no espera absolutamente nada», pero auguró que habrá un «planteamiento global» en este sentido para el conjunto de la Unión, porque «la recesión es más profunda de lo que se había previsto» y «cada vez se resalta más la necesidad de que el esfuerzo fiscal se mida en términos estructurales», al margen del ciclo.
Por otro lado, Bruselas avisó de que los «riesgos» para el sector financiero español siguen siendo «muy altos» pese a la buena marcha de la línea crédito concedida por la UE a la banca y al cumplimiento por parte del Gabinete de la mayor parte de las condiciones impuestas a cambio de la ayuda. De las 32 condiciones impuestas por la UE a cambio del crédito bancario, 22 ya se han cumplido y otras seis han empezado a aplicarse o a discutirse, mientras que las cuatro restantes ya no resultan relevantes, según el informe de evaluación publicado por el Ejecutivo comunitario.
Polémico voto.- El Gobierno popular negó su apoyo el pasado lunes al nombramiento de Jeroen Dijsselbloem como nuevo presidente del Eurogrupo, al considerar que España está «infrarrepresentada» en las instituciones europeas, según aseguró ayer el titular de Economía, Luis de Guindos. El ministro explicó que el Ejecutivo actuó así «en función de una situación que el país considera que no es justa, que es su representación en las instituciones comunitarias». No obstante, consideró a Dijsselbloem «una persona correcta» y aseguró que, una vez elegido, España «cooperará de forma próxima y absoluta» con él.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, cuestionó desde Madrid la elección del nuevo jefe del Eurogrupo, al considerar que «una cosa es que se atienda a los Estados que están en mejor situación económica» y otra que «se desconozca la pluralidad de la unión económica y monetaria».
Al mismo tiempo, García-Margallo hizo hincapié en que el Gabinete de Rajoy prefería para el cargo a «una persona más experimentada».
