El barrio de Nueva Segovia celebra hoy el día grande de las fiestas en honor a San Mateo tras tres días repletos de actividades dirigidas a vecinos de todas las edades.
El día de ayer fue uno de los más completos del programa, permitiendo a todos los peñistas disfrutar de una jornada con pinceladas gastronómicas. A primera hora de la mañana, los vecinos que aún se mantenían en pie tras las largas horas de verbena, acudieron a desayunar a la churrería del barrio para coger fuerzas ante el día que les esperaba. A las doce del mediodía, el bar Bokao celebró un concurso de tortillas de patata, en el que todos los participantes se transformaron en cocineros por un día, ansiosos ante la decisión del jurado. El mejor plato fue premiado con una cena en el bar organizador.
Las calles del barrio se llenaron de gente durante el vermut, todos los vecinos disfrutaban de la música de charanga que animaba aún más el ambiente. Después de los tradicionales pinchos, llegó la gran paellada celebrada en la almedilla del alto de los clamores del barrio amenizada con dulzaina y tamboril. A pesar del retraso con el que llegó el arroz, la diversión de los peñistas no cesó en ningún momento. Por la tarde, la plaza Espronceda acogió la cuarta edición de cata de vino en el barrio, subvencionada por la Asociación de Vecinos del barrio de Nueva Segovia. A partir de las ocho de la tarde, la gastronomía dejó paso a la música. Conciertos de diferentes géneros musicales llenaron las diferentes calles del vecindario: electrónica, rock y por último, para clausurar el día, la tradicional verbena popular.
