Un bulevar de ancha calzada, con dos carriles por cada sentido, asfaltado, y con una amplia zona peatonal en el margen de las viviendas y comercios. Es la descripción que hizo ayer el alcalde, Pedro Arahuetes, de cómo el Ayuntamiento transformaría la avenida de la Constitución si la Junta de Castilla y León le cediera la titularidad de esta travesía y le traspasara los fondos económicos para ejecutar la obra. Mientras ésto no se produzca, el bulevar que sueña Arahuetes será el de la canción que escribió Joaquín Sabina, el de los sueños rotos.
«Es una avenida con unas posibilidades tremendas y su remodelación sería del mismo estilo que se hizo en Conde Sepúlveda», dijo. Aunque «no hemos hecho el proyecto», según aclaró, el alcalde pudo describir la obra que ejecutaría el Ayuntamiento si la administración regional accediera a su petición, un proyecto que incluiría la sustitución del adoquín por el asfalto, el soterramiento de todas las canalizaciones de luz y telefonía, y la completa renovación de la red de saneamiento. «Sería una gran obra, porque, recordemos, que por ahí pasa el Clamores», añadió.
Arahuetes se refirió ayer al reportaje que publicó EL ADELANTADO en su edición de ayer sobre el mal estado de la avenida de la Constitución para reclamar «una vez más» la cesión de las travesías a la Junta de Castilla y León.
«¿Por qué no quieren cedernos las travesías? ¿Es por que no hay dinero?. Pues que, al menos, las arreglen y si dicen también que no hay dinero para hacerlo, pues que digan dónde va el dinero», aseguró el alcalde, quien añadió: «yo tendré que quejarme».
La avenida de la Constitución, que suma casi 900 metros de longitud, es la vía que aglutina más quejas ciudadanas, sobre todo por el deficiente estado del firme, de adoquín sobre tierra y cemento, con numerosos baches y «parches de asfalto» , que en algunos puntos se encuentran totalmente descarnados. La avenida de la Constitución es una de las travesías propiedad de la Junta de Castilla y León, como lo son también la Cuesta de los Hoyos, el primer tramo del Paseo de Ezequiel González, el Paseo de Santo Domingo, la carretera de La Granja (frente al Restaurante Lago) y la carretera de Villacastín.
Con anterioridad, al alcalde se le había preguntado por las declaraciones del delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar, que aseguró que «la Junta mantiene sus compromisos con Segovia». «Lo he leído, y es triste, parecía el Club de la Comedia, no tiene argumentos para justificar la escasa o nula inversión de la Junta en la ciudad, arremete contra mí, lo tengo asumido, pero sin ninguna justificación», dijo Arahuetes. En otro momento, abundando en este pensamiento, el alcalde llegó a apuntar que a López-Escobar «le llaman desde Valladolid y le dicen ¡da caña al alcalde! (…) Herrera no me recibe y con esta leña me tienen entretenido un rato», dijo.
El alcalde también se refirió al proyecto del nuevo instituto de San Lorenzo. “Cuando el Ayuntamiento no tenía la parcela era un proyecto prioritario y resulta que, desde hace cuatro años, cuando los terrenos están a su disposición ya no lo es”, dijo. Arahuetes también indicó que la Junta tiene que explicar el porqué es más prioritario un centro educativo en una población de unos 1.000 habitantes —en alusión a Valverde— “que un instituto en un barrio donde viven 5000 ó 6000 personas”.
Arahuetes instó al Gobierno Herrera a que explique los verdaderos motivos para no construir un Palacio de Congresos en Segovia. “Piensan que como el alcalde es malo y nos critica, pues no le damos el Palacio de Congresos, eso es para llevar a la cárcel”, añadió Arahuetes. “Critico lo que es criticable y aplaudo lo que hacen bien”, prosiguió, para recalcar que hay que felicitar a la Junta por el Plan de Realojo que llevó a cabo en la ciudad y el apoyo económico para dotar a la capital de la primera guardería municipal, en San Lorenzo.